Abismo inflacionario, por Simón Boccanegra
El referéndum hizo pasar por debajo de la mesa la inflación de noviembre. La noticia no podía ser más aterradora: ¡4,4%! Cuatro coma cuatro por ciento. Desde hace no sé cuántos años no teníamos una cifra tan brutal. En alimentos la inflación alcanzó 7%. Pero nada de esto es casual. Es producto de una política económica dirigida por una mezcla de ineptos con demagogos. Redujeron el IVA en 5 puntos, tan sólo para cazar incautos, pero lesionaron severamente la recaudación impositiva. Entonces inventaron el Impuesto a las Transacciones Financieras. El efecto inflacionario del IVA ya estaba descontado y pega una sola vez. El ITF cae en cascada sobre el lomo de los consumidores, trasladado de uno a otro escalón del circuito económico. Pega durísimo, como se le advirtió una y otra vez a los «sabios» que dirigen la economía. Pero salía cada uno de ellos, con la arrogancia que les es propia, diciendo que todo estaba «perfectamente calculado». Ahí tienen, pues. Pero esto no se detiene aquí. El año cerrará con algo entre 21 y 22% y entraremos en 2008 en medio de una zarabanda inflacionaria impredecible –a menos que se produzca una rectificación de 180 grados en la política económica, cosa que es de dudar porque Chacumbele es rehén de su política fiscal y de su política cambiaria y en su entorno de miedosos y adulantes nadie se atreve a decirle que ambas son totalmente disparatadas.Y todavía nos falta el tanganazo de la reconversión monetaria.