Academia Nacional de Ciencias Económicas exige el cese inmediato de la usurpación
En un comunicado, asegura que el empobrecimiento continuo del venezolano constituye una fatalidad, pues el ingreso promedio por habitante es hoy la mitad del de 2013
Lo que hoy se interpone a la posibilidad tan inaplazable de mejorar de manera sostenida las condiciones de vida de los venezolanos es la persistencia en mantenerse en el poder de una camarilla contraria al interés nacional, en violación del ordenamiento constitucional. Así lo afirma la Academia Nacional de Ciencias Económicas en un comunicado sobre el colapso económico del país.
Asegura que el empobrecimiento continuo del venezolano en absoluto constituye una fatalidad, pues el ingreso promedio por habitante es hoy la mitad del de 2013, inferior incluso a la cifra de 1950. El salario mínimo, que son 18.000 bolívares, es menor que seis dólares al mes, 4,3 dólares para ser exactos al tipo de cambio oficial que el Banco Central de Venezuela lo sitúa en 4.100 bolívares.
La hiperinflación cerró en 1.687.000%, según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional y, para el presente año, estimaciones iniciales del Fondo Monetario Internacional no excluían la posibilidad de que llegase a 10.000.000%, cifra que, de concretarse, estaría entre las más altas conocidas en todos los tiempos, asegura la Academia.
“La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida levantada por la UCAB, la UCV y la USB registró que la pobreza, medida por insuficiencia de ingresos, afectó al 94% de los hogares en 2018. Según la FAO, entre 2015 y 2017 el 11,7% de la población se encontraba desnutrida. El informe de Human Rights Watch y la Universidad Johns Hopkins de EEUU reporta la reaparición de enfermedades previamente erradicadas, como el sarampión y la difteria, la multiplicación por once de los casos de malaria entre 2009 y 2017, y un incremento significativo de otras enfermedades, como la tuberculosis. La UNICEF, por su parte, informa de un incremento de la mortalidad infantil del 76% entre 2012 y 2017. Estos retrocesos son resultado del deterioro en las condiciones sanitarias del país durante los últimos años, altamente correlacionado con el desplome sostenido de la economía”, señala el comunicado.
La Academia indica que “este desastre humanitario” ha sido urdido, en gran medida, por “las funestas” políticas instrumentadas por quienes, contrariando el orden constitucional, se empeñan todavía en controlar el poder. “Siendo presidente Nicolás Maduro, esta Academia le hizo numerosos llamados para que rectificara su conducción de los asuntos económicos en aras de revertir el deterioro creciente que se proyectaba sobre las condiciones de vida del venezolano. Desgraciadamente, fueron desoídos”.
Añade que “la incompetencia y la desidia” del gobierno no solo “acabó” con la prestación eficaz de los servicios públicos, sino que “dañó severamente” la producción de petróleo, la principal fuente de ingresos de los venezolanos. Según fuentes secundarias registradas por el Boletín Mensual de la OPEP, habrá caído a apenas 732.000 barriles diarios en marzo, menos de la cuarta parte de hace 20 años.
“Al colapsar la actividad económica, también lo ha hecho la base tributaria del Estado. Hoy, quienes usurpan el manejo de la cosa pública dependen más que nunca de la emisión monetaria para financiar sus gastos, alimentando así la dinámica alcista en los precios. Los intentos por contener su impacto inflacionario aplicando encajes prohibitivos a la banca han eliminado en la práctica la función intermediadora del sistema financiero, llevándolo al borde de su desaparición”
Los miembros de la Academia hacen un llamado a que “cese de inmediato la presente usurpación del poder” para que un gobierno de transición convoque comicios presidenciales con todas las garantías, de manera que el país “pueda elegir un presidente legítimo que aplique un programa de rescate y recuperación de la economía”, capaz de devolverle al venezolano su dignidad y de abrirle posibilidades de una mejora sostenida en sus condiciones de vida.