Acción Solidaria: La higiene menstrual es una cuestión de derechos humanos
Para cientos de millones de mujeres, niñas y personas menstruantes el manejo de la higiene menstrual aún representa un desafío a enfrentar. En Venezuela, este reto se evidencia no solamente por el difícil acceso a materiales sino también por la falta permanente de servicios públicos
En el marco del Día de la Higiene Menstrual, que se celebra el 28 de mayo, la organización no gubernamental Acción Solidaria destacó que hablar de la higiene menstrual involucra el derecho a la vida, derecho a la salud y el derecho al agua, saneamiento e higiene, «ninguno de los cuales se puede garantizar en su totalidad en nuestro país, lo que representa una violación a tales derechos».
En un artículo publicado en su página web, la ONG recalcó que de acuerdo con el informe «Ser Mujer en Venezuela» de la Alianza Con Ellas, se estima que el 25% de las venezolanas no cuenta nunca o sólo algunas veces con productos sanitarios como toallas sanitarias, tampones, o copas menstruales.
Agregó que tener dificultades en el acceso a artículos menstruales es perjudicial para la vida y la salud, «causando desde incomodidad hasta complicaciones médicas. De los datos estudiados se pueden derivar diferentes causas como el precio promedio de las toallas desechables, aproximadamente de 5 dólares por paquete, que en muchos casos no es suficiente para un sólo ciclo menstrual».
Detalló que los cálculos dejan de dar resultado positivo cuando las familias tienen a más de una persona menstruante en casa, «allí probablemente el presupuesto destinado para alimentos y medicinas desplaza la compra de artículos de higiene menstrual, improvisando métodos baratos (y muchas veces dañinos) o dejando a un lado responsabilidades educativas y laborales por tabúes y discriminación en torno a la menstruación».
Acción Solidaria expuso que en el informe «Las más jóvenes, las más vulnerables», de la Red de Mujeres Constructoras de Paz, indicó que más de un tercio de las personas encuestadas o algún familiar ha tenido que ausentarse de sus actividades laborales o estudiantiles por la menstruación.
Por otro lado, la falta de servicios públicos como el agua afectan de manera desproporcionada a las personas que, usualmente, menstrúan cada 28 días como parte natural del ciclo. Según el Informe de Seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja 2023 de HumVenezuela, el 69% de la población tiene restricciones severas al acceso al agua. Esto impacta de forma diferenciada a las menstruantes en tanto no pueden llevar a cabo una correcta gestión de su higiene menstrual.
A su juicio, esto deja en evidencia que, no solamente es difícil manejar los costos de toallas, tampones y copas, sino también que se debe tener en cuenta las diversas estrategias para contrarrestar los efectos de los racionamientos y las interrupciones en el suministro de agua en los hogares venezolanos, cuyas alternativas van desde la compra de botellones y el pago de camiones cisternas, lo que representa un costo adicional para quienes tienen la posibilidad de pagar por dicho servicio.
Resaltó que es fundamental agregar al análisis el concepto de pobreza menstrual, que engloba el acceso limitado o inexistente a productos sanitarios, principalmente en personas empobrecidas y que, para el caso de la crisis actual en donde el 70% de la población se encuentra en pobreza multisectorial, implica un esfuerzo económico inviable.
Para Acción Solidaria es importante fomentar los beneficios de una buena gestión menstrual que disminuya las dificultades y desigualdades para lidiar con los días de sangrado y que promueva las buenas prácticas, así como fomentar y exigir políticas públicas destinadas a implementar cambios que incluya una perspectiva de género y ofrezca respuestas a las necesidades de las mujeres y personas menstruantes para así lograr los objetivos que busca la igualdad de género.
Dentro de los beneficios de un correcto manejo de la higiene menstrual se encuentran: un mayor tiempo en la escuela, mayor empoderamiento femenino, conocimiento de nuestros derechos, aumento de la concentración, mayor autoconfianza, mayor participación en actividades diarias, prevención de embarazos no deseados, mayor conocimiento de nuestro cuerpo y por último, mayores comodidades y menos riesgo de infecciones.