Además de lo de Farruco, esto también es con Chacumbele
Este minicronista no sabe qué más trancazos con la realidad necesita el chacumbelato para convencerse de que la liquidación de la descentralización política y administrativa es uno de los peores negocios que ha hecho el gobierno. Mientras el PAE (Programa de Alimentación Escolar) estuvo, durante diez años, bajo la administración de las Zonas Educativas de los estados, los escolares recibían su comida con regularidad. Pero en marzo de 2009, Chacumbele, en su frenesí por tener todo en su puño autocrático, colocó el programa directamente bajo el control del MinpopoEducación, centralizando en este los pagos y demás trámites administrativos, y allí comenzó el colapso. A los proveedores se les retrasaron los pagos y durante largos períodos el servicio quedaba paralizado. De hecho, en 2010, apenas se pudo cumplir con la mitad de los despachos de alimentos, admite la directora del programa. Esta, enésima que ocupa el cargo y está desde febrero, ha encontrado cosas extrañas, para las cuales solicita explicación… que podrá esperar sentada. Por ejemplo, el presupuesto de 2008 se hizo con base en una matrícula de 4.055.136 escolares. En 2009, esta cifra dio un salto asombroso: 4.841.060 chamitos y chamitas, curiosamente distribuidos en mitades exactas: 2.420.530 varones y 2.420.530 hembras. Para 2010, la plata se volvió a distribuir según la matrícula de 2008: 4.055.135 escolares. De un año para otro creció el número de alumnos y también de un año para otro descendió. Carajo, un poquito de pudor y eficiencia en los robos sería menos ofensivo. Elemental, Watson: aquí huele a podrido; tanto como la comida de Pdval. El guiso es obvio. En 2008 los pagos fueron hechos con normalidad. En 2009, la matrícula «creció», se dieron 400 millones más para atender ese súbito incremento pero muchas escuelas se quedaron sin la comida. Qué cosa, ¿no? Mañana seguimos.