Administración de Joe Biden desestima posible diálogo con Maduro
Antes de la toma de posesión de Biden, Jorge Rodríguez adelantaba que el gobierno de Maduro intentaría acercarse con las nuevas autoridades de Washington para proponer un diálogo que culminase en el retiro de las sanciones
El vocero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Ned Price, encabezó una rueda de prensa en la que ofreció un resumen de los planes de la administración del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, en el cual destacó la postura de Washington con respecto al gobierno de Nicolás Maduro.
Apenas dos semanas después de que Biden asumiera la presidencia, parece estar definida la forma en la que manejará la relación con Venezuela, la cual parece seguir la línea del anterior gobierno encabezado por Donald Trump, debido a que desestiman cualquier tipo de contacto o diálogo con Nicolás Maduro o su cúpula, al considerarlo un dictador.
«No tenemos previsto que esta administración se reúna directamente con Maduro. Trabajaremos con nuestros aliados internacionales para llevar progreso a Venezuela, a través de mecanismos democráticos. Contamos con aliados en la región y europeos, con la OEA (Organización de Estados Americanos), el Grupo de Lima y otros que tienen los mismos objetivos de conseguir democracia», declaró el vocero.
Sin embargo, a diferencia de la administración predecesora que aseguraba tener en consideración «todas las cartas sobre la mesa», en clara alusión a una posible intervención militar o salida por la fuerza; el gobierno de Biden deja claro que busca una transición democrática pacífica.
«El objetivo principal de la administración de Biden con respecto a Venezuela es apoyar una transición democrática pacífica a través de elecciones presidenciales libres y justas y ayudar al pueblo de Venezuela», subrayó.
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A los ojos de la nueva cúpula en Washington, no hay dudas de que Maduro es un dictador, por lo que mantienen su reconocimiento a la Asamblea Nacional (AN) electa en 2015 como único organismo democráticamente electo en Venezuela y a su presidente, Juan Guaidó, como mandatario interino del país.
Por este motivo, esperan colaborar únicamente con aliados que rechacen al régimen chavista y con los representantes del parlamento presidido por Guaidó. En este sentido, las prioridades de este trabajo conjunto están orientadas hacia cuatro principios concretos enumerados por Price:
- La designación de Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para la regularización de los migrantes venezolanos en suelo estadounidense.
- Abordar la crisis humanitaria que sufren millones de venezolanos en el país, con ayuda de los aliados internacionales de Estados Unidos.
- Mantener la política de sanciones contra funcionarios del gobierno chavista y todo socio que esté implicado en actos de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
- Ayudar a restaurar la paz, estabilidad y democracia en Venezuela mediante elecciones presidenciales libres y una recuperación económica a largo plazo.
Rechazado el diálogo de Jorge Rodríguez
Días antes de la toma de posesión de Biden, el presidente de la AN administrada por el chavismo, Jorge Rodríguez, evaluaba la posibilidad de acercar al gobierno chavista con la nueva administración estadounidense y proponer un diálogo.
En una entrevista otorgada a Associated Press, Rodríguez asomó una «reconciliación» con Washington, que pasara por una negociación que culminara en la disolución de las sanciones contra el gobierno chavista y una reanudación de las relaciones comerciales entre ambos países y sus empresas.
«Queremos lo que históricamente Venezuela y Estados Unidos siempre han hecho: buenos negocios. El mundo entero está esperando que el nuevo presidente asuma la presidencia en Estados Unidos. Esperamos que ese evento incluya el abandono de aquello que ha hecho tanto daño al pueblo venezolano y ha sido completamente improductivo», insistía Rodríguez.
El chavismo tiene cartas a su favor para negociar con el gobierno estadounidense, ya que mantienen encarcelados a varios ciudadanos estadounidenses. Entre ellos, destacan seis ejecutivos de Citgo y dos exmarines capturados por incursionar al país en lanchas en una operación que tenía como objetivo la captura de Maduro.