Advierten que Pdvsa no puede abastecer de gasolina ni un día al mercado interno
El viernes 8 de febrero apenas quedaban 20.000 barriles de gasolina de 95 octanos y ni uno de 91 en el centro de refinación Paraguaná, según informaron integrantes de la federación de trabajadores petroleros
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, no es capaz de satisfacer la demanda del mercado interno de gasolina, que depende de la importación de componentes desde Estados Unidos para producirla. Las refinerías venezolanas tienen problemas para procesar el combustible por las faltas de inversión y de mantenimiento, la corrupción y el éxodo masivo de trabajadores capacitados.
Los inventarios de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no garantizan ni siquiera un día de abastecimiento. El viernes apenas quedaban 200.000 barriles de gasoil, 20.000 de gasolina de 95 octanos y ni uno de 91 en el centro de refinación Paraguaná, afirmó Iván Freites, directivo de la Federación Única Nacional de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Ftupv). Señaló que el miércoles el gobierno puso a trabajar, con todos los riesgos, la Planta Catalítica de la Refinería Amuay luego de tres meses paralizada, mientras que la de Cardón funciona tres días y después la paralizan por siete días, en promedio.
“No tenemos capacidad de respuesta para satisfacer el consumo del mercado interno, que está por encima de los 180.000 barriles diarios. No sabemos qué está haciendo el gobierno para cubrir la demanda. Está apelando a Repsol para ver si abastece”, añadió el dirigente sindical
Según fuentes del mercado, Repsol está enviando a Venezuela dos envíos de gasolina RON 95. La multinacional española ha fletado dos buques para entrega en Venezuela a mediados de febrero, de acuerdo con datos de envío de S&P Global Platts.
El economista Luis Oliveros vislumbra que en el corto plazo la producción petrolera puede caer entre 30% y 50%, a pesar de que el gobierno trate de buscar maneras de adquirir materia prima para mezclar los crudos de la Faja Petrolífera del Orinoco.
“Yo no creo que la pueda conseguir en poco tiempo. Además, que haya menos posibilidades de comprar gasolina o materia prima para producirla va a generar dificultades en el abastecimiento de combustible”
El 28 de enero la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a Pdvsa, principal empresa generadora de divisas del país. Las sanciones no solo bloquean todos los bienes e intereses en la propiedad de la petrolera estatal sujetos a la jurisdicción de EEUU, obligan a que las ganancias de su filial Citgo se depositen en una cuenta bloqueada en ese país y prohíbe exportar crudo desde Pdvsa a territorio norteamericano. También prohíbe la exportación y reexportación de diluyentes de EEUU a Venezuela.
Expertos advierten que el problema de abastecimiento de combustible puede recrudecerse si no hay pronto un cambio político. El gobierno de Donald Trump busca restringir el financiamiento a Nicolás Maduro y presionar al gobernante, considerado como “ilegítimo” por buena parte de la comunidad internacional, para que ceda el poder.
Reuters informó que debido a la escasez de diluyentes importados que han generado las sanciones impuestas por EEUU, Pdvsa comenzó a mezclar su producción de crudo extrapesado con crudo liviano. Fuentes dijeron a la agencia de noticias que las mezclas de crudo resultantes las están entregando a Pdvsa las empresas mixtas de la Faja del Orinoco, en las que participan socios extranjeros, con el objetivo de que la compañía estatal pueda exportarlas.
Caída de los ingresos
El economista Alejandro Grisanti, director de la firma Ecoanalítica, indicó que a finales del último trimestre del año pasado Venezuela exportaba cerca de 1.150.000 barriles diarios, de los cuales casi 60% (650.000 para ser exactos), tenía como destino la nación norteamericana. Esto significa que por las nuevas sanciones el gobierno dejaría de percibir cerca de 6 de cada 10 dólares por exportaciones petroleras. Sin ese dinero, alertó, se comprometen subsidios como las cajas de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y el abastecimiento de gasolina. “Sería literalmente una catástrofe aún mayor para Venezuela”, dijo.
Oliveros coincidió con Grisanti al afirmar que las cajas de los CLAP no van a llegar a los hogares subsidiados con la misma regularidad de los últimos meses. “Más allá de que llame al sacrificio y de que culpe a Estados Unidos y a la oposición de lo que viene en materia de deterioro social, el gobierno va a tener presiones sociales muy fuertes”.
El experto añadió que “uno rápidamente puede pensar que al gobierno poco le importa la calidad de vida que pueda ofrecerle a la gente sin financiamiento. En estos últimos años el gobierno ha destruido buena parte de la calidad de vida de los venezolanos. Pero eso no es nada en comparación con lo que puede venir sin ingresos de origen petrolero, por lo menos en el corto plazo”.
Pese al desplome de los ingresos por exportaciones petroleras, el gobierno sigue vendiendo la gasolina con un alto subsidio, «a precios regalados» como dicen muchos. Tras meses prometiendo que pronto anunciaría un aumento del combustible, el cual pagarían solamente aquellos que no se inscribieran en el carnet de la patria ni se registraran en el censo del parque automotor (realizado en agosto de 2018), el gobierno parece haber dejado ese incremento en stand by. Sigue manteniendo un subsidio que le es extremadamente costoso, en medio de una caída de la producción y de la capacidad de ingreso de divisas.
Pero incluso si Estados Unidos levantara las sanciones, es poco probable que en el corto plazo Pdvsa recupere la producción debido al éxodo de los trabajadores petroleros y al deterioro y abandono de las instalaciones.
Muchos se preguntan por qué aún no ha estallado la crisis del abastecimiento de gasolina, pero factores como la recesión económica, la paralización de buena parte del parque automotor y el cierre de más de 40% de las estaciones de servicio han retrasado la crítica situación de escasez. Sin embargo, expertos advierten que es cuestión de días para que los venezolanos vuelvan a aguardar horas para llenar de combustible los tanques de sus vehículos.