Ahora el voto es malo ¿Lo importante no era que el pueblo hablara?
Autor: Saraí Coscojuela
La Asamblea Nacional Constituyente de 1999 vio nacer la figura del referéndum revocatorio en Venezuela, hasta entonces figura inédita del ordenamiento jurídico venezolano. Entonces, los constituyentistas electos para discutir una nueva Carta Magna discutieron la figura del referendo en sus distintas motivaciones como mecanismo directo de participación protagónica de los ciudadanos. Formaba parte de la oferta chavista de pasar a una democracia participativa, superando la representativa.
El trabajo fue rápido en aquel foro, en parte porque el propio Hugo Chávez entregó listo un proyecto completo de Constitución, donde bautizaba a la República como «Bolivariana» y donde se incluía el revocatorio como «castigo» a los malos gobernantes.
El 24 de octubre de 1999 inició la discusión del Capítulo IV, lo que hoy se conocen como los derechos de los electores y la formalización del referendo dentro de la nueva legislación. En ese entonces, los revolucionarios -todavía no declarados socialistas del siglo XXI- eran más que partidarios de la aprobación de esta figura y de que el pueblo ejerciera su poder a través del voto.
Así lo refleja el diario de debates de la Constituyente. Entre los oradores del tema estuvieron el fallecido comunista y director del Diario VEA, Guillermo García Ponce, el actual vicepresidente Aristóbulo Istúriz, el ex diputado Mario Isea, el ahora desaparecido William Ojeda, el fallecido exgobernador y exdiputado Wilian Lara, Jesús Rafael Sulbarán, el gobernador de Amazonas y ahora opositor Liborio Guarulla, el exalcalde Alfredo Peña, y también el independiente más votado, Claudio Fermín, entre otros.
Sin embargo, el primero en resaltar la importancia del referendo fue el actual diputado Jesús Montilla, quien dijo que el artículo 71 de la nueva Carta Magna -que establece los referendos- «es uno de los recursos que estamos utilizando para profundizar la democracia y para darle viabilidad a la democracia participativa. El referéndum ha generado muchas expectativas en la sociedad venezolana en cuanto al uso que se le puede dar en el futuro para producir decisiones importantes de la colectividad venezolana. Pero ese recurso tiene que ser lo más viable posible, que en verdad se materialice, que no se convierta simplemente en una referencia que se quede en las leyes solamente».
Justamente en ese artículo se plantea que 10% de los electores inscritos en el Registro Electoral podrán llamar a referendo consultivo. Montilla solicitó que esa cifra fuese cambiada por una propuesta del presidente Chávez que hablaba del 5%, cuestión que fue negada por los constituyentes.
LA DISCUSIÓN POR EL 20%
En la redacción del actual artículo 72, la Comisión de Régimen Político de la Constituyente planteó que fuese un 15% de los electores y no el 20% finalmente establecido el que decidiese activar un revocatorio al mandato de un funcionario público transcurrida la mitad de su mandato.
Reinaldo Rojas fue quien planteó la idea del 20% para «darle seriedad» a un proceso de revocación de mandato, mientras que Aristóbulo Istúriz resaltó la necesidad de darle facilidades a los electores para que pudiesen ejercer este derecho constitucional.
«Revocar, quitar el mandato que el pueblo asigna, no se podría hacer nunca con menos votos con los cuales el pueblo lo asignó; si no es un relajo.
Hay que facilitar el referendo. ¿Por qué hay que facilitar el referendo? Tenemos que facilitar el mecanismo para que la gente vaya al referendo», fueron las primeras palabras de Istúriz sobre el tema el 25 de octubre de 1999.
En esa misma intervención, el actual Vicepresidente dijo que «si tú quieres quitarlo de verdad y el pueblo quiere quitarlo tiene que superar la votación o igualarla (…) Para que el referendo tenga fuerza de revocatoria, la gente tiene que hacer un esfuerzo, por lo menos el mismo esfuerzo que hizo el gobernador para llegar o el alcalde, debe hacerlo el que lo quiera quitar, pero no lo puede quitar con menos fuerza ni con menos esfuerzo. Aprobar lo contrario es exponernos al facilismo, a la inestabilidad política».
El constituyente Numa Rojas, entonces perteneciente al Movimiento V República (ahora PSUV) parecía adelantarse a los tiempos y debería ser recordado por sus actuales colegas cuando expresó que «permitirle a un funcionario que está condenado por su comunidad, que juega a la abstención, es negar lo que estamos planteando. Porque es muy fácil ganar la pelea diciéndole a la gente que no participe. Entonces todo lo contrario, el espíritu de esta Asamblea es darle al futuro venezolano un contenido de protagonismo social y si ellos consideran que tienen la razón, que llamen a la población a participar en el voto contrario a la revocatoria. Considero que no se trata de golpe de Estado, se trata de que ellos, sintiéndose en razón, llamen a la gente a derrotar a los que los están revocando y allí estaríamos en consonancia con el proyecto de participación y de protagonismo social».
Numa Rojas remató esa misma intervención diciendo que «acuérdense, constituyentes, que viene para el país un comportamiento político profundamente revolucionario y aquí, llámese bolivariano, llámese como se llame, quien pise en el terreno del burocratismo, de la corrupción, de la indiferencia, de la desidia, será revocado en la circunstancia en la cual practique semejante conducta».
A Rojas no se le aplicó un referendo, pero actualmente cumple pena de seis años en prisión luego de ser detenido en 2013 por irregularidades administrativas y concierto con contratistas durante su gestión en la alcaldía de Maturín, que finalizó en 2009.
REVOCATORIO COMO SALIDA A LA CRISIS
El constituyente Luis Camargo propuso formalmente en la sesión del 12 de noviembre de 1999 que la solicitud del revocatorio se hiciera con el 20% de los inscritos en el Registro Electoral. A su juicio, el referendo revocatorio debía tener un grado de dificultad que permita y obligue a que «sea exactamente llamado cuando se produce una crisis de orden difícil y político en el seno de la sociedad; y segundo, también pusimos una condición el quórum que necesita ese referendo revocatorio para su aprobación».
Mario Isea defendió esta propuesta asegurando que con la solicitud del 20% y con el requisito de obtener más votos con los cuales el funcionario fue elegido, «hacen que la revocatoria no sea politiquera sino que sea realmente producto de una crisis política y de una salida a esa crisis política por parte del soberano».
Pero en septiembre de este año, Mario Isea, actual embajador de Venezuela en España, declaró que ya en 2016 no hay tiempo para realizar el revocatorio en contra del presidente Nicolás Maduro y que la verdadera solución a los problemas actuales del país se dará con «el diálogo».
Volviendo a la ANC, no todos los redactores de la Carta Magna estuvieron de acuerdo con el requisito del 20% de los electorales para activar el revocatorio. El constituyente Ricardo Combellas aseguró en esa misma sesión que esa condición haría difícil cumplir con el revocatorio para cualquier funcionario de elección popular.
«Creo que la iniciativa del 20% es exagerada, no la pusimos ni para la Reforma Constitucional ni para ningún tipo de convocatoria refrendaria».
Combellas agregó que la iniciativa debería ser entre 10 y 15 por ciento, «pero el 20% hace verdaderamente nugatoria, hace condición imposible, dificulta esa democracia participativa y protagónica que queremos llevar adelante.
No le tengamos miedo a revocarle mandato a los funcionarios cuando se lo merecen». No fue tomado en cuenta.
Recordemos que el oficialismo ganó sólo el 52% del voto para conformar la ANC pero gracias al «Kino de Chávez» obtuvo 125 asientos (95%), dejando a la oposición con sólo 6 asientos.
EL PODER ELECTORAL, UN APARATO BUROCRÁTICO
Con la asamblea nacional constituyente también se estableció la creación del Poder Electoral. Sin embargo, no todos los constituyentes seguidores del entonces presidente Hugo chávez estuvieron de acuerdo con esta «exhuberancia».
Guillermo García Ponce, aseguró el 1 de noviembre de 1999 que en los últimos años el país había logrado una sólida experiencia en materia electoral. Por lo tanto no veía una razón para crear el Poder Electoral, pues «la tendencia debería ser lo contrario, reducir procesos electorales a una rutina, los organismos electorales a ser accidentales, no permanentes».
«En lugar del Poder Electoral, deberíamos tener exclusivamente una Oficina de Registro Electoral que, cuando hubiera necesidad de una elección o un referéndum, creara organismos accidentales», agregó en su intervención.
La misma opinión expresó el constituyente alfredo Peña, al señalar que este tipo de organismos estaba desapareciendo a nivel mundial. «Cuánto va a costar un poder electoral. Cuánto nos cuesta el consejo Electoral. Me han dicho los propios voceros de ese organismo: hay 2.500 personas, de las cuales trabajan muy pocas. El sueldo de esta gente y las jubilaciones de los directivos del consejo Electoral son milmillonarias. Mucho dinero.
Una gente que está ahí cinco años y después se jubila», argumentó quien aún era aliado del chavismo, a peñonazo limpio. Incluso propuso ver ejemplos de países modernos porque creía que «es innecesario constituir otro gigantesco aparato burocrático para hacer elecciones».
Sin embargo, William lara criticó estas posturas y señaló que en el seno de la comisión no presentaron estas propuestas, porque además faltaron a las sesiones.
Aunque García Ponce y Peña defendieron sus posiciones y se excusaron por sus ausencias, no fue suficiente para frenar la creación del Poder Electoral.
EL ACUSADO NUNCA HABLÓ DE REFERENDO
Los oradores sobre el referendo revocatorio fueron reiterativos sobre el espíritu que debía primar para que el ciudadano pudiese ejercer de manera efectiva su solicitud contra un funcionario. De los chavistas que todavía permanecen en el poder, quienes más se destacaron en sus intervenciones fueron aristóbulo Istúriz y Jesús Montilla.
Durante la discusión del revocatorio, el ahora presidente nicolás Maduro (en ese entonces constituyente) no pidió ni un solo derecho de palabra.
Tampoco la «primera combatiente» cilia Flores, el defensor del Pueblo Tarek William saab, el jefe de los claP Freddy bernal, los gobernadores Francisco ameliach, luis acuña y José Vielma Mora, los ministros Iris Valera y Wilmar castro soteldo o los actuales diputados Earle herrera, cristóbal Jiménez, sol Musset de Primera, Elías Jaua, braulio Álvarez, Eustoquio contreras, Juan Marín y saúl ortega.
Además, en la aprobación del actual artículo 65 -que versa sobre las restricciones que tendrán los candidatos a ejercer cargos públicos de elección popular-, hubo una confusión en el quórum, pues de 131 constituyentes solo se encontraban 96 en la plenaria y la votación fue «irregular», como la calificó Willian lara al momento de pedir que se rectificara esa votación. Para ese entonces, el presidente de la anc, luis Miquilena, dio por sentada la controversia al decir que de los diputados presentes se obtenía la mayoría por lo que el artículo quedó aprobado sin mayor discusión.
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