¿Ahora qué hacemos?, por Reinaldo Aguilera
X: @raguilera68
Al observar que han pasado ya algo más de 50 días luego del proceso electoral del 28 de julio, la angustia y la ansiedad se han apoderado de muchos y quizás con justa razón, pues ven que el régimen dictatorial del Chavo/Madurismo sigue haciendo lo que le da la gana y no existe nadie que lo frene, esa es la percepción sin duda.
Lamentablemente Venezuela padece lo que se ha denominado como el desconcierto político, que también incluye como elementos más discordantes al económico y al social, nuestro país prácticamente a diario madruga con malas nuevas como consecuencia directa del trabajo constante de las diferentes redes tejidas por el régimen bolivariano, no es nada fácil luchar contra un monstruo que lleva tanto tiempo manipulando los controles del poder.
Vemos pues que vivir en Venezuela en la situación actual definitivamente es algo de admirar, ya que la emergencia humanitaria aunque variable de sector en sector de la población, al final termina tocando a todos, emergencia de servicios públicos, emergencia económica, emergencia social, en fin emergencia a todo nivel, créanme contra eso es bastante difícil luchar a diario y por un tiempo que parece interminable.
El régimen busca y busca siempre lograr acuerdos, como el de Barbados o de México o de la cochinchina, lo cierto es que con esta gente el único que pierde es el ciudadano común y el país, porque cada vez que quieren patean la mesa y se levantan, alegando cualquier disparate, esa es la pura verdad, cuando al final los beneficiados siempre son ellos.
Según el medio impreso Los Ángeles Times: «La crisis política, social y económica que ha llegado a definir el país suramericano ha evolucionado desde su inicio hace una década como resultado de un descenso global en el precio del crudo, el recurso más valioso de Venezuela, la mala gestión del autoproclamado gobierno socialista y la represión del gobierno a sus oponentes», más claro imposible.
Indica el medio referido, que más de 8 millones de venezolanos han abandonado el país, la mayoría a países caribeños y latinoamericanos. Pero estos días, la gente que emigra tiene la vista puesta en Estados Unidos, en lugar de Colombia y Perú, los países que más venezolanos han recibido desde el inicio de la crisis, creo que se queda corto, lo terrible es que es una cifra abrumadora.
Lo que ha pasado luego del 28 de julio, ha causado reocupación, ansiedad, malestar, tristeza, ya miles se muestran deprimidos, comienza a generarse desesperanza, pues temen que no van a poder con la situación, lo que esta activando nuevamente la masiva ola de migrantes buscando una mejor calidad de vida.
Ahora bien, aunque no lo parezca, se están moviendo las cosas y no precisamente a favor del régimen, Nicolás y sus secuaces lo saben, ellos saben que se robaron las elecciones y los ojos del mundo están sobre esa situación, quedaron desnudos y de allí es que han comenzado ya a aplicar sanciones y vienen muchas otras acciones.
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El presidente electo está a salvo y haciendo contactos, que generan un ambiente distinto, lo que sucede es que los tiempos son lentos para la urgencia de quienes necesitamos que el cambio suceda ya, sin embargo recordemos que hasta enero del 2025 no se pueden hacer algunas cosas, pues el mandato según la constitución aun no ha concluido y es a partir de aquel momento que vendrá que la legitimidad de Nicolás se pierde si continua en el cargo, usurpando funciones.
Por eso aunque suena loco de mi parte, debemos esperar un poco, que los acontecimientos están en pleno desarrollo y algo con certeza va a pasar, cuando suceda será en día en el que menos nos imaginemos, no será anunciado por las redes sociales y llegara el cambio que deseamos para que vuelva la sonrisa y volvamos a reencontrarnos como nación, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. es Abogado. Master en Gobernabilidad.
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