Al final, todos ganan…, por David Somoza Mosquera
¿Qué es la capacitación? Es el conjunto de actividades didácticas que están orientadas a ampliar los conocimientos, las aptitudes y/o habilidades del personal. ¿Para qué sirve? Permite a los empleados tener un mejor rendimiento laboral gracias a la adaptación a las exigencias cambiantes del entorno. Así es más apto y más diestro en la ejecución de su propio trabajo.
Entonces, ¿las empresas deberían garantizar la capacitación de su talento humano? La respuesta es… definitiva sí. Tener empleados bien formados, con las herramientas necesarias para enfrentar sus trabajos diarios y con la capacidad de resolver ante cualquier imprevisto que pueda presentarse es un alto valor para cualquier compañía. Y en el contexto actual es crucial.
Es importante para las empresas tener claro que no es suficiente con captar los mejores profesionales o los que más destacaron en las entrevistas de trabajo.
Hay que formarlos continuamente para que se sientan a gusto en sus puestos de trabajo y creen lazos de confianza y lealtad con la compañía.
De hecho, los programas de capacitación o de desarrollo profesional pueden ser determinantes a la hora de captar talento y retenerlo. Se trata de una estrategia clave en materia no solo de Recursos Humanos, puesto que permea a toda la compañía.
Por ende, debería verse como una inversión para hacer crecer a la empresa, pues contar con empleados que actualizan sus conocimientos, que estás bien formados y al día con el sector en que opera la compañía permitirá mejorar los procesos; así como la producción, entre tantas otras ventajas.
*Lea también: Y cómo se comporta la empresa, por David Somoza Mosquera
Y aunque no existe la fórmula perfecta para desarrollar un programa de capacitación, hay una serie de indicaciones que son un buen punto de partida. Lo primero es identificar las necesidades de la empresa, para así alinear las necesidades con los objetivos del negocio.
Después es importante encontrar los perfiles profesionales a los cuales va dirigida la capacitación y elegir el temario y a los profesores o coaches que tendrán bajo su responsabilidad la implementación de esa capacitación.
El contenido es fundamental para que la capacitación tenga los resultados esperados. También es conveniente que los trabajadores se involucren en lo que se le pretende mejorar, haciendo aportes sobre cuáles consideran que deben ser los focos de esos programas.
No obstante, el departamento de Recursos Humanos debe también hacer sus análisis sobre cuáles son las debilidades a mejorar. De un cruce de ambas informaciones puede comenzar a elaborarse el contenido.
Lo siguiente es definir si será en línea o presencial, decisión para nada banal. Un estudio de la firma PwC revela que la enseñanza a distancia es “más efectiva que las modalidades de capacitación en el aula tradicional y que el aprendizaje online es más idóneo para enseñar conceptos de habilidades blandas”.
Una vez concluido el entrenamiento es fundamental que se practiquen los nuevos conocimientos adquiridos antes de que los empleados vuelvan a sus labores habituales. Eso permitirá evaluar qué tan funcional y efectivo fue el proceso de capacitación y, de ser necesario, tomar los correctivos para el futuro.
Mientras más se afine el programa de capacitación, mayores y mejores serán los resultados a largo plazo tanto para la empresa como para el personal. Al final, todos ganan…
David Somoza Mosquera es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo