«Al Picure no le gusta su apodo»
A «El Picure» y sus lugartenientes les encanta tomarse fotos con el efectivo de algún secuestro para luego ordenarlo de nuevo
Los apodos dentro del mundo delictivo venezolano son impuestos o vienen consigo desde que se inician en el mundo del delito. Carlitos Breaker, Cara e Lancha o El Buñuelo son algunos ejemplos. Nos relatan que en el caso de José Antonio Tovar Colina, alias «El Picure», al parecer su apodo fue impuesto y por eso no le gusta, pide que lo llamen por su nombre de pila cuando una persona va a pagar el dinero (siempre en efectivo) de algún secuestro o la vacuna correspondiente de los comercios que están bajo la zona de Tovar Colina.
A «El Picure» y sus lugartenientes les encanta tomarse fotos con el efectivo para luego mandar a ordenarlo de nuevo. El jefe de la banda que controla el secuestro y la extorsión en Guárico y varios estados centrales dice que necesita efectivo, pues él también debe pagar a quienes lo protegen desde el poder.
Deja un comentario