Alca… rrizo; por Simón Boccanegra
Una oposición que quiera construirse como alternativa al actual régimen debe trascender la mera disyuntiva Chávez-antiChávez, para abordar los problemas del país desde la perspectiva de los intereses nacionales. Lo digo, por ejemplo, a propósito del ALCA. Es posible que las reservas de Chávez frente a éste tengan más que ver con el infantilismo de izquierda que con una postura seria y meditada, pero ello no debe significar que la oposición asuma apostólicamente el ALCA tan sólo porque Chávez lo adversa. Debería llamar la atención que en Brasil desde Cardoso hasta Lula, pasando por todas las organizaciones económicas, hayan expresado unánimemente el rechazo a una asociación regida, al parecer, por la ley del embudo: lo ancho para los gringos y lo angosto para América Latina. Las asociaciones comerciales funcionan bien cuando todos ganan, no cuando lo que unos ganan lo pierden otros. ¿Aquí se han sacado las cuentas? A propósito, así como Chávez rechaza la imposición en el caso del ALCA, debería entender por qué el país tampoco acepta que le claven unas leyes que no ha discutido ni conocido previamente.