Alcaldías penalizan comercios por no pagar aumentos «desproporcionados» de impuestos
Entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 los impuestos municipales que cobran a los comercios aumentaron en algunas alcaldías de 0,35% a 4,50% sobre los ingresos brutos, lo que significa un incremento de 1.285%
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) denuncia que autoridades municipales del país han penalizado e incluso en algunos casos embargado comercios que no han podido hacer frente a los incrementos «desproporcionados» de los impuestos municipales a todas las actividades económicas en general y del servicio de aseo urbano.
«En algunos municipios los comercios han recibido medidas de embargo y en otros si no tienen al día el pago del aseo urbano no pueden siquiera declarar impuestos, lo que además contraviene disposiciones legales», dijo, en rueda de prensa, la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel.
Los impuestos municipales, que son un porcentaje de los ingresos brutos de las empresas, han sufrido altos incrementos durante los meses de la pandemia, contrariamente a las medidas fiscales que han tomado otros países de aplazar e incluso rebajar tributos para proteger la economía de los efectos del coronavirus.
Según Consecomercio, entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 los impuestos municipales aumentaron en algunas alcaldías de 0,35% a 4,50% sobre los ingresos brutos, lo que significa un incremento de 1.285%. En otros municipios del país el aumento fue de 0,50% a 6%, una variación de 1.200%; y en otras zonas de 0,30% a 4%, lo que representa un alza de 1.330%.
Algunos impuestos municipales en el estado Delta Amacuro, entidad con una de las más bajas actividades económicas del país, son incluso superiores a los que se pagan en Miranda.
Polesel sostiene que un establecimiento comercial que en 2020 se le impidió trabajar por los primeros tres meses y luego se le permitió abrir pero de manera intermitente con el esquema 7+7 (una semana de cuarentena y otra flexible para sectores priorizados), difícilmente tiene manera de recuperarse y de hacer frente a los incrementos de los impuestos. «Los negocios ni siquiera disponen de créditos para enfrentar estos pagos».
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Afirmó que los descuentos de hasta 50% de impuestos que han hecho algunas alcaldías por presión de las cámaras de comercio no es oportuno ni justo debido a que no hay garantía de que la rebaja se mantenga. «Por lo menos debieron sentarse para conocer cómo funciona el sector y el comercio en la zona».
Consecomercio pide a las alcaldías a que analicen la posibilidad de que las multas por pagos extemporáneos sean suspendidas durante la pandemia. «No se trata de que el comercio no quiera pagar, el punto es que los primeros cinco meses de pandemia era imposible pagar, no teníamos ingresos porque no estábamos abiertos».
Advirtió que ante los problemas para cumplir con las obligaciones, algunos comercios han visto como opción para seguir vivos migrar a la informalidad, lo que califica como grave debido a que el Estado deja de percibir ingresos y el comercio termina compitiendo de manera desleal con los informales. «Es malo para el comerciante, para el fisco y también para el consumidor porque probablemente no tendrá garantías ni a quien reclamarle. La factura le da al cliente derechos».
Por otra parte, los comerciantes manifiestan que es injusto que si trabajan solo 14 días al mes por el 7+7 igualmente tengan que pagar el servicio de aseo urbano bajo el argumento de que el camión de basura tiene que seguir pasando por la calle.
Consecomercio indica que en enero de 2020 la tarifa de aseo urbano que pagaban los comerciantes en Venezuela era 1.200% superior a la que cancelaban empresas en Toronto, Canadá, con el mismo número de trabajadores, tipo de negocio, cantidad y calidad de desechos. En enero de 2021 en el país los empresarios pagaban 3.000% por encima de la ciudad canadiense.
«Muchas empresas, por el tipo de desecho, comercializan ese desecho. Lo venden a otras empresas que lo procesan. En otros países del mundo, cuando eso ocurre, no les llega la factura porque ellos mismos están sacando los desecho y no necesitan la recolección».
Además, a los negocios que están en edificios o en centros comerciales les llegan dos facturas de aseo urbano: una por el mismo comercio y otra por el condominio.