Alternativa, por Simón Boccanegra
Para el inefable “analista” Armando Durán, que TalCual se haya ocupado en un editorial de la masacre de Petare fue un pecado de lesa opinión. Para Durán eso era un “refrito”, un “caliche” (fueron sus despectivas palabras), que habríamos escogido como tema editorial para eludir el que, según Durán, es el único que debe ocuparnos: Chávez y sus peripecias. Oigo a Durán y me pregunto cómo puede construirse una alternativa a partir de una conducta para la cual los sufrimientos populares o no existen o son un “caliche”. Cómo, me pregunto, se puede construir una alternativa creíble para aquellos compatriotas que ven ridiculizar el esfuerzo que a ellos los enseña a leer y escribir. Cómo, vuelvo a preguntarme, construir una alternativa creíble para aquellos pobladores de los ranchos que agradecen una asistencia médica ante la cual la casi única respuesta es la de ver en ello sólo un intento de lavado de cerebros. (Cualesquiera sean las limitaciones y excesos de tales programas, que aquí no nos hemos abstenido de criticar). Cómo, insisto en preguntarme, construir una alternativa cuando cien homicidios de fin de semana, hospitales desvencijados, una seguridad social colapsada, programas habitacionales fracasados, son un refrito, un caliche, conchas de maní, de las cuales las Altas Mentes políticas no tienen tiempo de ocuparse.