Américo de Grazia: Ordenar el desastre del Arco Minero será un reto gigantesco
El exdiputado Américo de Grazia afirmó que la minería ilegal representa «una tragedia humana, ecológica, financiera, étnica, violencia, masacres, tapiados, desplazados y desaparecidos», que además dañan «irreversiblemente la hidroeléctrica de Guri, envenena el agua que consumimos, desata la malaria y otras enfermedades y no representa ingresos al fisco nacional»
El exdiputado a la Asamblea Nacional por Bolívar Américo de Grazia aseguró este sábado 24 de febrero que «ordenar el desastre del Arco Minero será uno de los retos más gigantescos» en ese estado en los próximos años.
Desde La Paragua, donde ofreció su solidaridad a las víctimas y familiares de los fallecidos por el derrumbe en la mina «Bulla Loca», el también exalcalde indicó que esas bullas, como se les denomina a las vetas de extracción ilegal, y las denominadas «alianzas», concesiones otorgadas por la Corporación Venezolana de Minería, «son inconstitucionales».
El pasado 20 de febrero se conoció de un derrumbe en la mina «Bulla Loca», ubicada en una zona boscosa de La Paragua. Según las autoridades nacionales, se han registrado 16 muertos y al menos 18 heridos, pero el alcalde del municipio Angostura, Yorgi Arciniega, asegura que son 30 los fallecidos, entre ellos 13 indígenas.
De Grazia, que denunció la tragedia en esa zona, afirmó que la minería ilegal representa «una tragedia humana, ecológica, financiera, étnica, violencia, masacres, tapiados, desplazados y desaparecidos», que además dañan «irreversiblemente la hidroeléctrica de Guri, envenena el agua que consumimos, desata la malaria y otras enfermedades y no representa ingresos al fisco nacional».
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En compañía de Héctor Barrios y José Márquez, diputados del Consejo Legislativo de Bolívar, De Grazia indicó que tienen una serie de propuestas para «ordenar la minería y darle respuesta a este tipo de tragedias que hoy embargan a Guayana y Venezuela».
De Grazia también ha dicho que el sur del Orinoco se ha transformado en un «santuario» para grupos paramilitares y megabandas. «Usan a los mineros de chivos expiatorios y rastreadores de oro, luego los desalojan, para finalmente reducirlos a esclavos en sus minas».