Analistas creen que el Ejecutivo puede jugar a adelantar elecciones según le convenga
Las elecciones, para Félix Seijas, pudieran tener un «porcentaje interesante» de participación, el cual se sabrá cuando se definan algunas variables como los nombres de los candidatos y si el CNE presta asistencia técnica o no en las primarias. Por su parte, Saúl Cabrera cree que hay un porcentaje entre el 15% y 30% de personas que, de acuerdo al nivel de confianza que le genere el proceso, participarán
Los analistas Saúl Cabrera, presidente de la encuestadora Consultores 21, y Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos, ofrecieron en el Circuito Éxitos este lunes 21 de noviembre una visión de cómo está el país desde el punto de vista electoral, económico y posibles estrategias que puedan aplicarse.
Seijas aseguró que existe una gran probabilidad de que el Ejecutivo pueda jugarse la carta de adelanto de elecciones presidenciales, según vaya percibiendo lo que ocurre en el ámbito político de la oposición, y cree que si quienes adversan a quienes están en el poder no aplican las acciones que deben hacer, como por ejemplo una buena ejecución de las primarias, pudiera darse esa realización de los comicios antes de la fecha en la que deberían llevarse a cabo, que es a finales de 2024.
A su juicio, hay un «potencial interesante» de participación de la población en un proceso electoral, que se definirá de acuerdo a lo que vaya sucediendo en el panorama y se definan ciertas «variables» como quiénes son los aspirantes; si el CNE ayuda o no en la organización, entre otras. Eso ayudará a hacer más concreto un número de participación.
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Manifestó el presidente de Delphos que en la calle se escuchan los nombres de líderes relativamente jóvenes que han venido escuchándose desde hace algunos años como el exgobernador Henrique Capriles, la coordinadora de Vente Venezuela, María Corina Machado; o Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional electa en diciembre de 2015 y considerado por una parte de la comunidad internacional como presidente interino, aunque aclaró que no hay alguno que despunte entre el grupo.
Aclaró que, si bien no aparecen otros nombres, no quiere decir que no estén creciendo. Dijo que todavía no hay una campaña ni hay ambiente de primarias, pero esto puede cambiar una vez que se active todo el mecanismo; al igual que el tema de posibles alianzas.
Para la gente, según Félix Seijas, la elección presidencial puede tener una participación importante de la población porque es donde pueden ocurrir los cambios radicales que se necesita. Dijo que quienes están en el poder tienen un 30% a lo sumo de aceptación de los cuales 15% no es un voto fijo, lo que puede dificultar su trabajo para mantenerse y por otro lado la oposición, donde no hay unidad, el voto puede desperdigarse y a pesar de poder gozar de cierta mayoría, el no tener a alguien unitario favorecería al chavismo.
A su juicio, los principales problemas que se registran en Venezuela son económicos y recalca que la población percibe que algo mejoró, pero no lo suficiente.
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Por su parte, Saúl Cabrera de Consultores 21 cree que la ciudadanía está en «expectativa vigilante» respecto a las primarias que pudiera rondar el 55%, pero aclara que, cuando se profundiza para saber un número más concreto sobre quién participaría, hay un porcentaje entre el 15% y 30% de personas que, de acuerdo al nivel de confianza que le genere el proceso, participarán.
Esto, a su vez, estaría ligado al tema del concepto del candidato unitario y a la cohesión de las fuerzas opositoras de cara al proceso. Además, señala que si existe un aumento en la credibilidad de las elecciones, con las condiciones adecuadas para ello y que sean competitivas, puede subir el porcentaje de participación hasta un 70%.
Para Cabrera, la negociación en México también es otro factor que pudiera afectar el porcentaje de participación de la población en las elecciones, así como también el tema económico. Sugiere que después del segundo trimestre del año, la percepción de la ciudadanía es más pesimista al respecto y apunta a un cambio; por lo que se buscará desde el Ejecutivo hacer cierta gestión y demostrar que se pueden quedar en el poder al propiciar ciertas mejoras económicas que no son de fondo.