Andrés Eloy Méndez: La Ley de Precios Justos ha tenido una «evolución»
Por otro lado, el constituyente Méndez cree que páginas como Amazon, Alí Baba y plataformas como Netflix deben pagar impuestos
El presidente de la comisión de economía de la impuesta asamblea constituyente, Andrés Eloy Méndez, considera que ha existido una «evolución» en la Ley de Precios Justos porque actualmente no se habla de una congelación de precios, sino que el mismo registra un cambio porque «es imposible congelar precios cuando tenemos un proceso inflacionario considerable y ademas tenemos una variación importante de la moneda a través del sistema cambiario o el reconocido por el BCV».
En entrevista para VTV, Méndez recordó que en el articulado se permite un margen de ganancia máximo de al menos un 30%, aunque cree que en el caso de los alimentos, el mismo debería ser entre un 10 y un 12%. Por ello, considera que debe aplicarse la «contabilidad regulatoria» dispuesta en la ley para así «verificar los costos reales de las principales empresas productoras y distribuidoras de estos rubros para poder llegar a una ganancia razonable».
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A su juicio, debe optimizarse la «revisión permanente» y en «lapsos cortos» de los precios de los productos, para que cada vez que existan variaciones en los costos -debido a la fluctuación del dólar- puedan ajustarse los precios y tener un valor real, pero además se evite la especulación.
Dijo que en los costos de producción en la empresa privada debe estar el cálculo del aumento progresivo del salario, ya que a su juicio, al haber un incremento en los precios «debe aumentar proporcionalmente el salario en ajuste permanente» porque si eso permite ganancias al sector privado, «proporcional al incremento del valor de ese inventario debe ser el incremento salarial mínimo bajo».
Además de las modificaciones que «propone» a las empresas en el salario integral de los trabajadores para que el mismo no se deprecie, Andrés Eloy Méndez indicó que los precios de los productos no pueden «anclarse» a divisas como el dólar o el euro, ya que aunada a la inflación «perversa» que hay en Venezuela por el alza de la moneda estadounidense, los empresarios suben el precio de los productos, pero no los bajan al argumentar que necesitan reponer inventarios.
En ese sentido, «sugirió» que hay que incorporar en los costos ademas del ajuste de sueldo, la verificación de lapsos cortos, una referencia contable para que se controle el precio, establecer un «marcaje de precios»como en Argentina, donde existe un «precio unidad» que permite que los tres principales actores: importadores, mayoristas y minoristas se beneficien y tengan ganancias. «Pero a veces hay más de tres», advirtió.
Aseguró que el quitarle ceros al bolívar «no es depreciar la moneda», sino más bien es poder tener un cono monetario con piezas que permitan tener un mayor poder adquisitivo y dijo que la misma actualmente se «aprecia» cuando el euro o dólar retrocede. Además, resaltó que una revaloración de la moneda nacional depende de la disponibilidad de divisas que tenga el Estado, por lo que destacó que la herramienta financiera del petro tiene una doble función.
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La primera, destacó Méndez, es que es una unidad contable por «su estable valor», el cual además de estar «anclado» a las riquezas del país, lo está a la evolución del dólar. Al respecto, agregó que la utilidad del petro estará vigente «hasta que podamos tener mejores ingresos», mientras que la segunda es que debería ser usado para el pago de servicios públicos pero que los mismos sean directamente proporcional «a la gente que más tiene».
Por ello, destacó que estas personas se ven obligadas a cambiar dólares para poder pagar los servicios públicos en el país, como por ejemplo la luz y la gasolina, «subsidio que iría cruzado para sostener los salarios de la clase trabajadora y mejorar servicios».
También resaltó que durante la cuarentena, se han visto en la necesidad de «poner orden con las cuentas fiscales» y estudian establecer impuestos a las tiendas electrónicas y páginas internacionales que vendan productos en Venezuela que no pagan impuestos, como por ejemplo Amazon, Alí Baba e incluso, Netflix.
«Le compran a Netflix millones de películas al mes y no pagan impuestos. Es una millonada, igual que Ali Baba y Amazon», dijo.