Aretha, we say a little prayer for you…, por Carlos M. Montenegro
Las noticias inquietantes sobre la salud de Aretha Franklin saltaron a la luz pública cuando a principios de este año tuvo que cancelar los shows previstos tras su concierto en Nueva York, en noviembre de 2017. Desde entonces se supo que fue ingresada varias veces por problemas en el páncreas, pero dada de alta, una vez salvados los inconvenientes.
Sin embargo temprano en la mañana del día 14 de agosto de 2018 por las redes sociales se difundió una nota del diario chileno La Tercera, de su sección Culto, informando que debido a un cáncer de páncreas había fallecido Aretha Franklin. Pensé como uno más de sus millones de admiradores que era un triste día para la música, y decidí escribir algo en su memoria, pero tratando de redondear la noticia, encontré que todos los medios que consultaba solo mencionaban que había sido hospitalizada en estado muy grave el domingo 12 pasado y enviada a su casa dos días después. El diario argentino Clarín reseñaba: un familiar de la cantante dijo: «está consciente y descansando en su casa de Detroit, sigue gravemente enferma pero le permitieron regresar a su hogar para estar con los suyos”. Con lo que suspendí la idea de este escrito.
Su sobrino Tim Franklin fue quien desmentía la noticia y declaró a la revista People, que la artista de 76 años recuperó el humor: “Se encuentra riendo, bromeando y puede reconocer a la gente (…) ella está viendo la televisión, así que Dios no quiera que vea todo esto de “Aretha está muerta”, no queremos arruinar sus ánimos con eso”, añadió el sobrino, lógicamente preocupado por las repercusiones del caso.
Es posible que los médicos que trataban su dolencia ante el inminente desenlace prefirieron que fuera en su cama junto a los suyos. En diferentes partes del mundo se sucedieron actos y declaraciones de gentes sencillas, artistas, personajes de la cultura y la política, pidiendo orar por su recuperación preocupados por su gravedad. Eso fue ayer 15, pero hoy 16 de agosto amaneció con la noticia de que Aretha Franklin no pudo vencer al cáncer de páncreas que le diagnosticaron hace ocho años.
Casualmente en día como hoy, pero hace 41 años, amaneció también con la noticia de que otro grande del rock & roll, Elvis Presley, esa madrugada fue encontrado sin vida en Graceland, su mansión en Memphis, Tennessee.
Quedaban pocas voces negras de la vieja guardia y este jueves se ha ido tal vez la más importante, la voz más inmensa, la de “I Say a Little Prayer”, “Respect”, “Think”, “Chain of Fools”, “Natural Woman” y tantas otras; era una voz de iglesia que saltó la talanquera, para bien, al lado de la música popular y que tras 44 nominaciones, ganó 18 premios Grammy y vendió decenas de millones de discos en todo el mundo, se convirtió en la primera mujer en ingresar al Rock and Roll Hall of Fame, antes incluso que Los Beatles.
La eterna Aretha Franklin, tenía 76 años. Elton John se queda con el honor de haber compartido con ella escenario por última vez en noviembre de 2017, en Nueva York, para recaudar fondos en la lucha contra el sida. Los presidentes Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama, escucharon su mágica voz, quizá en el momento más importante de sus vidas, durante el acto de juramentarse para la presidencia de su país. Fue ella quien despidió a Martin Luther King cantando en su funeral “We shall over come”…
Aretha Franklin deja un imponente legado en forma de canciones, de gran estilo personal, poniendo inspiración y alma, el soul, en cada nota al cantar y de logros personales y artísticos sin fin.
Negra de color, con su talento y su ejemplar comportamiento, hizo más por reducir el odio y la segregación racial de su país, que muchos políticos, policías y de violentos ejércitos soliviantados que solo engendraban resentimiento.
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Aretha nació el 25 de marzo de 1945 en Memphis, Tennessee, aunque casi toda su infancia transcurrió en Detroit, Michigan. Su padre era un predicador mujeriego, el reverendo Clarence L. Franklin, un reconocido clérigo de la Iglesia Bautista New Bethel de Detroit, influyente amigo de Martin Luther King, cantante de gospel, y su madre Bárbara Siggers, una notable pianista y también vocalista góspel, con lo que Aretha estuvo muy influenciada desde su nacimiento por este tipo de música al igual que Vaughn su hermano y sus hermanas Erma y Carolyn, que también fueron profesionales y durante años hicieron los magníficos coros en las grabaciones de Aretha. Bárbara terminó por abandonar al pastor Franklin mudándose a Buffalo, NY, aunque siguió visitando a sus hijos hasta su muerte en 1952, cuando Aretha contaba apenas 10 años.
A partir de entonces fue criada por su padre y diversas amigas, vinculadas también a la música, entre ellas la cantante Mahalia Jackson. En la Iglesia New Bethel que regentaba su padre fue donde Aretha se inició como cantante. Allí comenzó una fantástica existencia dedicada por entero a la música que la llevaría a ser una de las más notables artistas que dio la música popular en la historia. Con su particular “soul” influyó en la mayoría de las intérpretes de su tiempo y las posteriores, influencia similar a la ejercida por Ray Charles en los intérpretes masculinos. Llegó a alcanzar cotas personales en su carrera que jamás hubiera imaginado una mujer de color en la época más crítica de segregación racial y apartheid.
En 1999 el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, le confirió la Medalla Nacional de Artes y Humanidades. También George W. Bush condecoró a Aretha con la Medalla Presidencial de la Libertad, la condecoración civil más importante de EEUU, en 2005. Aretha Franklin cantó para la Reina de Inglaterra dos veces, una en el Royal Albert Hall. En total grabó 42 álbumes de estudio, desde el primero en 1956, Songs of Faith, con solo 14 años, grabado en la iglesia New Bethel, hasta algunos memorables como “Lady Soul” o “Aretha Now”, ambos discos de oro en Estados Unidos. En total, 8 lograron ese distintivo y uno el disco de platino,”Who’s Zoomin’ Who?”, de 1985.
Puede presumir además de contar con 112 singles en las listas de los más vendidos del Billboard, 17 temas entre los 10 primeros y 21 números uno en la lista de Rhythm & Blues, la artista que más veces ha sido distinguida por la revista Rolling Stone como una de las 100 artistas más grandes de todos los tiempos.
Aretha colaboró con una incontable cantidad de causas humanitarias y proyectos de grandes artistas como: Elton John, George Michael, Cissy Houston, The Four Tops, Christina Aguilera, Mick Jagger, Dionne Warwick, Annie Lenox, Brian Adams, Tony Bennet, Johnny Mathis o Ray Charles por nombrar algunos. Llegó incluso a reemplazar a Luciano Pavarotti cuando se enfermó a última hora y no podía asistir a recoger su premio Grammy de 1998. Aretha se prestó a sustituirlo, pero insistió en cantar la canción que pensaba interpretar Pavarotti y que la orquesta tenía ensayada. El final fue que su ovacionada versión del Nessum Dorma de Puccini hoy en día ya es una pieza clásica.
Permítanme sugerirles que vean los videos de los siguientes links, y ya me contarán si no merece la pena que hasta recemos una pequeña oración por Aretha.
“I say a Little prayer” (vivo 1970)
“Think” (The Blues Bros. 1980)
“Nessun Dorma” Grammy 1998