Aristimuño: Se espera que el alza sostenida del dólar dure dos semanas más
César Aristimuño, economista y director general de la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados (AH&A), afirma que la inflación va a ser, sin duda, mucho más elevada
En mayo se anticipaba que el Banco Central de Venezuela (BCV) aprobara una segunda liberación del encaje bancario, luego de haber autorizado el 1° de abril una tímida reducción de 100% a 93%. Sin embargo, esa decisión se puede postergar por el comportamiento alcista en el mercado cambiario, «de manera que podemos tener el encaje igual por un tiempo más», afirma el economista y director general de la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados (AH&A), César Aristimuño.
«Si la decisión se posterga y las expectativas de caída de precios del petrolero se estabilizan en mayo, como escenario esperado, podemos ver que esta devaluación acelerada dure unas dos semanas más y que luego haya una estabilización. Tampoco estamos viendo una entrada de liquidez en bolívares tan importante como para que esto se sostenga por mucho tiempo más«, dijo.
Solo entre el viernes 17 y el jueves 23 de abril, el precio del dólar en el mercado paralelo subió de 73.869 a 204.373 bolívares, lo que significa un incremento de más de 100.000 bolívares (176%) en menos de una semana.
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En entrevista con Banca y Negocios, el experto afirma que la inflación va a ser, sin duda, mucho más elevada.
«Con un precio de 140.000 o 150.000 bolívares por dólar, se llegaba a un tipo de cambio real de equilibrio. Sin embargo, al superar los 200.000 bolívares por dólar, la inflación a corto plazo se tendría que disparar para cerrar esa brecha entre variación de tipo de cambio e inflación».
Indicó que hasta las primeras dos semanas del mes de abril, la banca tuvo un espacio con la liberación o reseteo del encaje legal para poder liquidar créditos, en función de que sus clientes corporativos pudieran adquirir materias primas e inventarios, «porque los inventarios resultan críticos en esta circunstancias para las empresas».
A raíz de la debacle del mercado petrolero, los agentes económicos intensificaron sus coberturas en moneda dura, porque temen que el gobierno quede financieramente ahogado con un flujo de caja precario. Con un precio petrolero en niveles de 2 o 3 dólares por barril para la cesta petrolera venezolana, las presiones devaluacionistas sobre el bolívar se intensifican, elevando la demanda de dólares, reseña Banca y Negocios.
A juicio del analista, la situación, que antes era bastante complicada «ahora se pondrá peor», debido a que las importaciones privadas van a tener un mayor peso, fundamental, en la composición o mix de las compras externas totales de Venezuela. «El gobierno tenía un peso importante, porque había un flujo de caja no solo por petróleo, sino por las ventas de otros commodities, por ejemplo oro, que ahora tiene más complicadas por temas de demanda y precios». Ahora, el rol importador del Estado se minimiza, lo que deja la presión sobre la empresa privada.