Armenia y Azerbaiyán al borde de la guerra tras nuevos enfrentamientos

Armenia dice que Azerbaiyán ha «declarado una vez más la guerra» y pidió a la comunidad internacional que prevenga una escalada de hostilidades
Las tensiones entre Armenia y Azerbaiyán afloraron el domingo debido a los enfrentamientos en los que, según Ereván (capital de Armenia), las fuerzas azeríes bombardearon la región separatista de Nagorno-Karabaj, mientras Bakú (capital de Azerbaiyán) acusó a las fuerzas armenias de bombardear posiciones militares y civiles azeríes.
No estaba claro el número de víctimas, pero el Ministerio de Defensa de Armenia dijo que las fuerzas de Azerbaiyán habían matado a un número indeterminado de civiles, reporta la agencia Reuters.
Los dos países han estado en conflicto durante mucho tiempo por la separación de Azerbaiyán, principalmente la región de Nagorno-Karabaj, de etnia armenia, que declaró su independencia durante un enfrentamiento que estalló cuando se derrumbó la Unión Soviética en 1991.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, dijo que Azerbaiyán ha «declarado una vez más la guerra» a todos los armenios y pidió a la comunidad internacional que prevenga una escalada de hostilidades en la región.
«Esta mañana Azerbaiyán de nuevo cometió provocaciones a gran escala. Hay víctimas mortales y heridos, también entre la población civil. Al emplear armamento pesado, el enemigo ataca las posiciones del Ejército de Artsaj (nombre armenio de Nagorno-Karabaj) en todas las direcciones», señaló Pashinián en un mensaje televisado a la nación.
El Ministerio de Defensa de Armenia dijo que sus tropas habían destruido tres tanques y derribado dos helicópteros y tres vehículos aéreos no tripulados en respuesta a un ataque contra objetivos civiles, incluida la capital regional de Stepanakert.
“Nuestra respuesta será proporcionada, y toda la responsabilidad recae en el liderazgo político-militar de Azerbaiyán”, dijo el Ministerio en un comunicado.
El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo que Armenia había atacado asentamientos civiles y posiciones militares a lo largo de la “línea de contacto”, una tierra de nadie fuertemente minada que separa las fuerzas respaldadas por Armenia de las tropas azeríes en la región.