Atraer lo mejor de los millennials, por David Somoza Mosquera
Twitter: @DavidParedes861
Las nuevas generaciones, y de eso no hay dudas, representan un verdadero reto para las empresas: les están dando un vuelco completo al mundo de los negocios y de las relaciones laborales. No comulgan con estructuras corporativas rígidas, la rotación es elevada y lo más significativo, una de sus principales preocupaciones es consolidar un equilibrio entre su vida personal y profesional.
Su perfil como empleado es totalmente distinto a los mayores de 40 años de edad. Ellos forman parte de la Generación Millennial, también llamada Generación Y, la cual hace referencia a los jóvenes nacidos entre los años 1980 y 2000, que han crecido con la tecnología y el estallido de Internet.
De allí que las redes sociales sean su vía de comunicación más habitual y el celular –del cual prácticamente no se despagan– no solo es su herramienta de trabajo, sino también por donde, la mayoría de veces, resuelven casi todas las complicaciones que se les presentan.
Los millennials se caracterizan por tener un carácter optimista y abierto, y un importante sector posee formación académica. Son dinámicos, creativos y ambiciosos. Tienen hábitos de compra diferentes y marcados; un ejemplo es su elevado consumo en ocio y tecnología. Para ellos, lo más importante no son los productos o los servicios, sino la marca y lo que esta les transmite. Por eso, tienden a convertirse en fieles de la marca con la que se identifican.
Definitivamente, tienen una manera distinta de ver la vida y, por consecuencia, de trabajar. Además de sentirse limitados por ciertos horarios y protocolos dentro de las oficinas, buscan el reconocimiento rápido. Si no son lo suficientemente valorados, se sienten insatisfechos con sus funciones de trabajo y con el ambiente laboral, y no dudan en irse.
A diferencia de las generaciones anteriores, como la X (personas nacidas entre 1965 y 1979) o los Baby Boomers, quienes nacieron entre 1946 y 1964, que generalmente tienen la idea de que los logros se consiguen con mucho esfuerzo y años de experiencia, los millennials creen que el reconocimiento no debe ser valorado por los años, sino por sus funciones.
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Ahora, qué los hace tan especiales como empleados para que empresas, a fin de retenerlos, procuren flexibilizar los esquemas de trabajo. En 2011, la consultora PwC dio pistas. En su estudio “Millennials at work. Reshaping the work place”, aseguró que en 2020 estos jóvenes “formarán alrededor de 50% de la fuerza laboral mundial”.
“Está claro que los millennials serán una generación poderosa de trabajadores y que aquellos con las habilidades adecuadas tendrán una gran demanda”, agregó la firma.
Claro, PwC no estaba al tanto de saber que en 2020 se desataría una pandemia y que tendría un severo impacto en las compañías y su estructura laboral. Lo hemos visto con el teletrabajo, cada vez son más los empleados que laboran desde sus hogares, y aunque para algunos no ha sido un cambio fácil de asimilar, los millennials se sienten como peces en el agua.
Pero no es porque valoren profundamente el trabajo desde casa lo que hace que los millennials sean clave para las compañías de hoy. Atraer lo mejor de estos trabajadores es fundamental para el futuro de los negocios: son desafiantes ante los retos que se avecinan, ingresan al lugar de trabajo con una mejor comprensión de las nuevas tecnologías –herramienta crucial para las operaciones– y, a fin de cuentas, son la generación de relevo.
Y si bien las empresas tienen que hacer concesiones para no perderlos, como adecuarse a algunas de sus exigencias, los millennials deben prepararse lo suficiente para lo que requieran las compañías. Hay que alcanzar un equilibrio en beneficio de todos, más en estos tiempos complejos que corren.
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