“Autosuicidio”, por Teodoro Petkoff
Anoché escuchaba en televisión a uno de nuestros analistas internacionales y era visible su decepción por los resultados de la cumbre Chávez-Uribe. Todo parecía haber transcurrido con absoluta normalidad y, más aún, hasta acuerdos hubo en asuntos económicos y sobre la diplomacia del altoparlante. El comentarista estaba desencantado: Uribe como que es otro Pastrana. Mientras en este país algunos sectores sigan esperando que Bush le caiga a bombazos a Miraflores y que Uribe agarre por la pechera a Chávez, al tiempo que se dedican a sembrar escepticismo en relación con el referéndum revocatorio, el régimen puede estar tranquilo. Que Chávez no quiere contarse es obvio. Que va a tratar de obstaculizar el revocatorio también es de cajón. Pero que sectores de los medios le hagan el juego, ya es surrealista.
Siempre los extremos dándose la mano. Chávez no quiere revocatorio pero alguna gente en los medios parece que tampoco. O, al menos, así se comportan.
En lugar de ir desmontando los trucos del gobierno, poniéndolo en evidencia, lo que hacen es engordarle el caldo.