Ay, Lucas, quien te vio y quien te ve
La verdad es que si alguien ha dejado en el aire esa parte del cuerpo donde la espalda cambia de nombre, es el general Lucas Rincón. Mientras más explica su actuación el día 11 de abril, más se enreda. A estas alturas, este minicronista tiene la impresión de que Lucas todavía conserva cargo y soles porque habría sido muy fregado sumar su nombre a los de otros generales, como Rosendo y Camacho Kairuz, que salieron de sus puestos debido a la actitud que asumieron aquel día. Todavía no entiendo cómo ha podido pasar por debajo de la mesa el cuento que echó el general Lucas (como lo llaman los soldados) la noche de la rejuramentación de Chávez, en Miraflores, según el cual él dizque habría anunciado la renuncia del Presidente para cazar a los conspiradores. Eso no sólo no lo cree ni él mismo, sino que si fuera verdad lo mejor sería licenciar a toda la DIM, porque si una conspiración a cielo abierto, de la cual todo el mundo estaba enterado, necesitaba de ese truquito de Lucas para ser desenmascarada, entonces se perdieron los reales que se gastaron en formar el personal de inteligencia militar. El pase a retiro, el próximo 5 de julio, como que es la salida más honorable para Lucas.