¿Banquero o candidato?, por Simón Boccanegra

Fernando Álvarez Paz publicó remitidos de una página en los periódicos más costosos del país (obviamente con dineros del Banco Industrial), tratando de demostrar que su gestión fue impecable. Pero hay una preguntica que queda pendiente: si las cosas fueron así, ¿por qué lo rasparon? Fernando ha dicho que en las democracias los cargos no son vitalicios. Es verdad, pero cuando duran poquito, siempre se suele pensar que quien lo ejercía o era un ladrón o no servía para nada. O las dos cosas. Puede que Fernando no sea ni una cosa ni la otra (y es lo que este minicronista quisiera creer), pero cuando a un funcionario público lo quitan abruptamente, sobre todo en ausencia, lo menos que uno puede pensar es que quien tiene el poder de hacer la remoción lo hizo presa de una arrechera. A lo mejor, lo que arrechó a Chávez fue la publicidad personal que Fernando se hacía. Porque parecía un candidato en campaña y no un banquero. ¿Usted ha visto alguna vez a los dueños de los bancos anunciando personalmente los premios de las rifas?