Banvalor nos quitó sus avisos, por Simón Boccanegra
Este minicronista siempre ha estado de acuerdo con que un anunciante privado, a diferencia del Estado como anunciante, es libre de escoger el medio en el cual quiere colocar sus avisos. Nadie puede obligarlo a anunciar en un medio con cuya línea editorial, por ejemplo, no esté de acuerdo. Más aún, si un medio llevara adelante una investigación propia sobre una determinada empresa o institución, se entendería que ésta deje de anunciar en sus espacios, si lo hacía. Pero una cosa muy distinta es que un anunciante «sancione» a un medio, retirándole su pauta publicitaria, porque éste publicó una información que aquel no considera de su agrado. Es lo que nos ha ocurrido con Banvalor, banco que desde hace seis años ha mantenido una pauta publicitaria con TalCual. Pues bien, el 17 de julio apareció en nuestras páginas una información que daba cuenta de que varios directivos de Banvalor habían sido imputados por la Fiscalía, con base en acusaciones sobre presuntas irregularidades que habrían cometido tales directivos. Esa noticia apareció el mismo día en El Universal, El Nacional, Últimas Noticias y El Mundo, ya que se trataba prácticamente de un boletín del Ministerio Público, informando de tal hecho. Por cierto, TalCual se limitó a publicar la información, sin hacer juicio de valor alguno. No se entiende, entonces, por qué Banvalor, en lugar de responderle a la Fiscalía, fuente de la noticia y actor contra los directivos del banco, decidió más bien matar al mensajero, es decir, cancelar su pauta publicitaria con nosotros. Okey, es su derecho. Ni siquiera los vamos a demandar por la rescisión unilateral del contrato de publicidad, pero si creían que el anunciar con nosotros les daba derecho de veto sobre las informaciones que publicamos, se han equivocado completamente. Publicamos lo que consideramos que nuestros lectores deben saber. Una información sobre un banco tan importante es, sin duda alguna, noticia que no podíamos soslayar. Nos hubiera quedado demasiado feo, habida cuenta de que el banco era anunciante nuestro. Sentimos que se hayan ido, pero como dice la vieja salsa, «el que se fue no hace falta, hace falta el que vendrá». Les damos las gracias por los seis años de cooperación con nosotros y esperamos que salgan con bien del juicio que se les ha abierto.