BCV pretende emitir billetes de Bs 100.000 que no pagaría ni un refresco
Unas 71 toneladas de papel moneda han sido compradas a una empresa italiana a lo largo de 2020, aunados a los 300 millones de billetes que Venezuela ordenó a una estatal rusa a inicios de año
El gobierno de Nicolás Maduros mantiene activa su fábrica de dinero inorgánico y continúa comprando papel moneda para imprimir billetes, ahora con planes que apuntan a emitir piezas de mayor denominación.
Según fuentes declararon a Bloomberg, el Banco Central de Venezuela (BCV) considera emitir nuevos billetes, empezando por una pieza con valor de 100.000 bolívares, que se convertiría en la de mayor denominación en el cono monetario, a pesar de que esa cantidad equivale tan solo a 0,22 dólares.
En lo que va de año, Venezuela ha comprado aproximadamente 71 toneladas de papel moneda a una empresa italiana llamada Fedrigoni perteneciente a la firma Bain Capital, según datos recopilados por Bloomberg de Import Genius. Los barcos que arribaron a Venezuela con este material han salido de Brasil.
Sin embargo, el último envío será el último de Fedrigoni será el último, debido a que con este se cumplió el contrato firmado con el BCV en 2018, un año antes de que el ente emisor fuese sancionado por el gobierno de Estados Unidos, un hecho que ahora restringe negocios con el sistema financiero mundial.
Meses atrás, Venezuela recurrió a la estatal rusa Goznak, responsable de la impresión de dinero en Rusia, para comprar 300 millones de billetes, repartidos en piezas que iban desde 10.000 hasta 50.000 bolívares, después de endeudarse con De La Rue, uno de los mayores fabricantes de billetes en el mundo.
Pese a esta última compra, los billetes de entre 10.000 y 50.000 bolívares son una minoría en el total de piezas que circulan en el país. Apenas un 1% son billetes de 10.000 bolívares, 1,9% corresponden a piezas de 20.000 bolívares y otro 2% a billetes de 50.000 bolívares. El 95,1% de los billetes en circulación son piezas con un valor inferior a los 500 bolívares (0,0011 dólares).
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La hiperinflación venezolana inició en 2017 y ha tenido un impacto devastador en el sistema monetario del país, debido a que el bolívar se devalúa cada día y los billetes pierden su capacidad de compra progresivamente. A raíz de esta situación, el gobierno chavista se vio en la obligación de ordenar una reconversión del cono monetario en marzo de 2018. En esa oportunidad, cinco ceros fueron eliminados a la moneda venezolana, que se suman a los tres que ya había restado el denominado bolívar fuerte.
La pieza con mayor valor en la emisión del denominado bolívar soberano fue de 500 bolívares, equivalente a unos 8 dólares al cambio del dólar paralelo de aquel momento.
Debido a que este billete perdió su valor, el BCV lanzó tres nuevas piezas en junio de 2019: los billetes de 10.000, 20.000 y 50.000 bolívares. Esta última también mantenía un valor aproximado de 8 dólares según la cotización del dólar establecida por el BCV en ese entonces.
Desde entonces, hace 15 meses, el valor de la mayor pieza del cono monetario venezolano se ha devaluado en un 97,5%. En la actualidad, el billete de 50.000 bolívares no es suficiente para pagar ningún producto de la Canasta Mínima Alimentaria, cuyo producto menos costoso hasta agosto (1kg de sardina) tenía un precio de 153.733 bolívares.