¡Bravo, Oswaldo Guillén!, por Simón Boccanegra
No resisto las ganas de comentar el «esplomo» que Oswaldo Guillén le echó a Sean Penn. La reacción entusiasta que produjo en los medios progresistas lo que este minicronista escribió sobre Lula y los presos políticos cubanos, parece demostrar que ha llegado la hora de no permitir que en nombre de la izquierda un montón, ya sea de farsantes tipo Ramonet, ya sea de ingenuos y bobalicones tipo Sean Penn o líderes políticos importantes tipo Lula, continúen alcahueteando la estafa política, la comedia, que aquí protagoniza Chacumbele. Ya basta. Sean Penn declaró hace poco que quienes llaman «dictador» a Chávez deberían ir presos.
Por supuesto que si, en Estados Unidos, donde a los presidentes les dicen de todo (no hay sino que ver el canal Fox), alguien sugiriera llevar a la cárcel a los «malhablados», ya veríamos a Sean Penn desgañitándose contra el «fascismo». Pero, en el Tercer Mundo, eso le parece admisible y hasta deseable y necesario. La democracia es un lujo que sólo se pueden permitir los países avanzados. Los pobres y atrasados no pueden exigir tanto. Es el izquierdismo fashion . Bueno, ya basta, repito. Basta de que con ideas, principios y valores muy nobles y generosos, Chacumbele siga engañando al mundo y cuente con los Penn que se babean ante él y le hacen coro. Y es muy bueno que personas como Oswaldo Guillén, con amplia resonancia en la opinión pública, pongan los puntos sobre las íes. Ante el despropósito de Penn, el manager de los Medias Blancas lo llamó, con toda razón, «izquierdista estúpido». «Es muy fácil defender a Chávez cuando se tiene dinero y no se vive en Venezuela». Se la comió Oswaldo. Él, como tanta otra gente, tuvo al comienzo indulgencia con Chacumbele, cuando creía que éste podía hacer algo por el país, pero las evidencias lo han llenado de desencanto y, con su habitual desenfado e irreverencia, ponchó a Sean Penn.