Buenas noticias de la unidad democrática, por Simón Boccanegra
Tal como lo anticipaba uno de los editoriales de TalCual, la semana pasada, superada ya la etapa de selección y elección de candidaturas y de su inscripción ante el CNE, la Mesa de Unidad Democrática anunció el sábado pasado su disposición a ponerse las pilas, coger la calle y ponerse en campaña, para fajarse rolo a tolete con los candidatos de Atila. También fue designado el equipo que conducirá la brega común así como el vocero nacional del conjunto, que será Ramón Guillermo Aveledo. Han sido muy buenas noticias.
Hay tres meses por delante para movilizar los espíritus e insuflar entusiasmo en una hora en que no podemos ni cejar ni postergar. Es inaplazable, después de este importante paso, la confección de una eficiente y continua política comunicacional tanto a nivel de medios como, así lo apuntaba Ramón Guillermo, utilizando esa forma inevitable del quehacer político que es la muy humana relación cara a cara con los electores, tanto más cuando nos enfrentamos a un poder omnímodo e inescrupuloso hasta la saciedad.
Esperamos que ya haya dos contrincantes del mismo peso en el espacio político. Esperamos que haya capacidad de respuesta a las infames tropelías cotidianas del chacumbelato. Proposiciones claras, pocas y sonoras que diseñen el futuro.
Capacidad de transmitir ese entusiasmo que hace vibrar la cólera y la esperanza ante la humillación y el temor del despotismo. Mucho costó lograr la unidad de tanta diversidad, sería triste que ella fuese sólo unidad y no acción transformada y, ¿por qué no?, justa y merecida victoria.