Camastrón Airlines, por Simón Boccanegra
En medio de la cantidad de barbaridades que Hugo Cadena soltó ayer, hubo una que sirve para comprender cómo es que funciona el síndrome de Chacumbele del cual es víctima. El síndrome de «él mismito se mató». Parte importante de este desastre tiene que ver con la falta de seriedad, la improvisación permanente en todos los actos de gobierno. El Gobierno ha funcionado al ritmo de los raptos de inspiración de Hugo Cadena. Cada vez que se le ocurre una cosa, por disparatada que sea, la vuelve acto de gobierno. Ayer anunció que el «Camastrón» será utilizado en una línea aérea de carácter social para el interior del país. Hace unos meses, sin embargo, había prometido, en la Cumbre del Caribe, en Margarita, que lo destinaría a una línea aérea para los países caribeños. Pero lo más probable es que el bicho termine arrumbado en un hangar, en el mismo donde se pudren la Ciudad de los Muchachos de Los Caracas, la recuperación de Vargas, la sobremarcha, los comedores populares, los fantasiosos planes de empleo y hasta aquel estrambótico eje Orinoco-Apure. ¿Cómo quiere que se le tome en serio?