Canciller de Argentina aclara que no fue rechazado informe de Bachelet sobre Venezuela
El ministro de Exteriores, Felipe Solá, criticó que en Argentina se use el tema Venezuela para crear crisis política en el país
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Felipe Solá, salió al paso el domingo 4 de octubre para confirmar la postura de la nación sudamericana respecto a la situación en Venezuela, luego que el embajador ante la OEA de ese país, Carlos Raimundi, dijera en el organismo que existe una «apreciación sesgada» sobre violaciones de DDHH en nuestro país, defendiendo a Nicolás Maduro en el organismo.
La respuesta de Raimundi tiene que ver con la presentación del informe por parte de la Misión de Verificación Independiente de la ONU, en el que se vincula al mandatario venezolano con crímenes de lesa humanidad, al igual que la nueva actualización del informe presentado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH, Michelle Bachelet.
Ante esta situación, el canciller Felipe Solá aclaró que Raimundi no cuestionó si el informe de Bachelet «era bueno o malo», al tiempo que enfatizó que Argentina «no rechazó el informe». Excusó a su embajador diciendo que él dijo su opinión a título personal, pero sí alertó que debió haber esgrimido la postura del gobierno en principio.
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«El problema es que Raimundi no dijo la preocupación que tiene Argentina por los Derechos Humanos en Venezuela, decidió decir lo que pensaba y un embajador tiene que decir primero lo que le instruyen», dijo Solá en una entrevista reseñada por Infobae.
Admitió que en Venezuela existen violaciones a los DDHH, al igual que a su juicio cree que hay un «bloqueo financiero físico y financiero» que está afectando a la población. Por ello, condenó que la oposición en su país use el tema de Venezuela para criticar el retroceso económico que se vive en la nación argentina sin saber cómo realmente es la situación, mientras apuntó que los adversarios del gobierno que lidera Alberto Fernández no dicen nada cuando desde el sector oficial se hacen señalamientos sobre la violación a DDHH.
“Una cosa es pensar de una manera de Venezuela y otra cosa es ir hacia Venezuela, que no tiene gasolina, tiene miles por ciento de inflación, hay falta de insumos, de medicamentos, ¿Qué tiene que ver con la situación de Argentina?”, cuestionó.
El martes 28 de septiembre, el embajador de Argentina ante la OEA, Carlos Raimundi, rechazó el informe de la ONU sobre Venezuela al decir que nuestro país «sufrió un fuerte asedio de intervencionismo (…) por lo que hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países”.
Raimundi reconoció que en Venezuela existe “una situación crítica, con mucho apremio económico” y habló del “alto número de personas que han abandonado el país”, pero acto seguido afirmó que Buenos Aires “no comparte” cierta perspectiva de “cuáles son las causas que han llevado a esa situación y cuáles son los caminos para resolverla”, indicó TRT.
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Posteriormente, el diplomático dijo no haber rechazado el informe de Bachelet sino el de la Misión Independiente y negó que existan discrepancias con el Ejecutivo respecto a su posición sobre Venezuela.
Desde que asumiera Alberto Fernández el poder -con Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta- la posición de Argentina hacia la situación política de Venezuela un tanto ambivalente en comparación a la línea trazada por su predecesor, Mauricio Macri. A pesar de estar dentro del Grupo de Lima, la actual administración en la Casa Rosada no hace acciones impulsadas por este organismo.
Por otro lado, manifestó su intención de incluirse en el Grupo Internacional de Contacto -propulsada por la Unión Europea- para buscar una salida diplomática y pacífica a la cuestión venezolana.