Capriles se mueve para activar su «fuerza del cambio» pasito a pasito
Muchos ojos están atentos a lo que hará finalmente Henrique Capriles, confirmando la importancia de su liderazgo, de cara a las parlamentarias de 2020. Hasta ahora el exgobernador no ha fijado posición definitiva sobre participar o no en el evento convocado, que ha criticado. Por ahora, cuenta con apoyos manifiestos desde sectores civiles y con una tarjeta partidista por si hiciera falta
Entre la treintena de partidos políticos opositores que suscribieron el documento unitario anunciando su negativa a no sumarse a la «farsa» de diciembre, destaca por ausente La Fueza del Cambio. Se trata de una organización política de bajo perfil fundada por el equipo del excandidato presidencial Henrique Capriles, en paralelo a su partido Primero Justicia.
Se ha dicho que esta organización se fundó en 2018, pero no es así. La tarjeta nació y fue usada en 2012 para sumarle a Capriles votos de independientes en su carrera electoral presidencial. Su propia cuenta Twitter nació en junio de ese año.
En ese mismo 2012 la tarjeta apoyó a los candidatos de la unidad opositora para las gobernaciones, y en 2013 participó también en las elecciones municipales. Entonces, Manuel Cadenas era identificado como presidente del partido La Fuerza del Cambio.
En 2018 fue usada para postular a candidatos a concejos municipales aliados de los alcaldes opositores, cuando los partidos tradicionales tampoco aparecieron en el tarjetón. En aquel momento, se publicó que fue una «nueva» tarjeta «creada por los alcaldes», como publicó El Universal siguiendo declaraciones de Josy Fernández.
Capriles nunca ha asumido ser el «dueño» de La Fuerza del Cambio, ni ha asumido vocería sobre esa tarjeta. En 2018 el exgobernador de Miranda señaló: «mi partido es Primero Justicia, sigo militando en PJ. Nos ilegalizaron nuestro partido, pero eso no significa que no forme parte de la organización».
El nombre de La Fuerza del Cambio viene del eslógan de campaña que utilizó en 2008 para su primera elección como gobernador de Miranda.
Llegados a 2020 y al debate sobre la participación en las elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre, el partido La Fuerza del Cambio está habilitado ante el CNE y no firmó el comunicado de los partidos opositores. Las otras dos toldas habilitadas, Un Nuevo Tiempo y Alianza del Lápiz, sí lo hicieron. Manuel Cadenas, que ha formado parte del equipo de trabajo de Henrique Capriles, sigue siendo representante del partido ante el organismo comicial.
Capriles se ha mantenido «en la banca», al menos frente al ojo público. No obstante, lleva varias semanas asomando posturas en pro de la movilización, y de no extender más las «fantasías» desde la Asamblea Nacional y el llamado gobierno interino. Eso sí, no ha fijado una posición tajante a favor de acudir a votar.
«A nosotros nos sacaron de cualquier proceso electoral. Irnos a prestarnos como unos farsantes disfrazados de opositores, eso sí que no. La farsa no, pero tampoco la ficción. Yo sé lo que quiere Maduro, que no participemos, eso es más que obvio, que la gente se niegue a los espacios de lucha», dijo el 16 de junio.
Dos semanas más tarde, calificó como «locura» organizar unas elecciones durante una pandemia. «¿Cómo vamos a votar los venezolanos si las cifras siguen creciendo? ¿Usted se imagina en un centro de votación? En una cola, la gente con covid-19, los miembros de mesa, es una locura», declaró.
Más adelante, el 20 de julio, Capriles propuso convertir el 6 de diciembre en el día de «la rebelión civil de las cédulas en nuestro país», pero no pensando en cálculos políticos de cuántos diputados se pueden obtener de gritar «aquí estamos». Dijo que la oposición está destruida, en su peor momento, y que es necesario «barajar la partida» y regresar a una posición de fuerza.
En ese sentido afirmó que la alternativa democrática «tiene que buscar un hecho político que movilice a las grandes masas de este país. ¿Será el 6 de diciembre ese día? Estoy seguro de lo que no quiere Maduro, que eso ocurra. Entonces es como una pregunta fácil, ¿vas a hacer lo que quiere Maduro o vas a hacer lo que no quiere Maduro? Eso es parte del debate».
Las expectativas
En Primero Justicia, donde el excandidato sigue siendo un gran influenciador -una diputada afirma que Julio Borges es el «jefe político» pero Capriles Radonski es «el líder»- están atentos a lo que hará.
Juan Pablo Guanipa dijo el 3 de agosto que al exgobernador de Miranda «le corresponde decir cuál es la posición que va a asumir», pero aclaró que ha participado de las reuniones partidistas en las que se ha discutido las posturas unitarias. «Primero Justicia suscribe el acuerdo que salió publicado y por tanto yo aspiro que actúe en consecuencia con lo que plantea ese documento”.
En primer vicepresidente de la Asamblea Nacional también señaló que La Fuerza del Cambio no le pertenece a Capriles sino que «se hizo cuando él fue candidato presidencial con el objetivo de lograr apoyos que no pasaran por el tamiz de los partidos políticos». No obstante, ratificó que «yo no creo que eso vaya a ser utilizado para una farsa como la que que está montando Nicolás Maduro».
#3Ago @JuanPGuanipa, primer vicepresidente de la @AsambleaVE: “Capriles es un dirigente fundamental. No creo que use «la fuerza del cambio» para la farsa que está montando Maduro. Aspiro que actúe en consecuencia con el documento de los partidos unitarios”. #Código58 #TVV pic.twitter.com/0CzMTVPXZS
— TVV Noticias (@TVVnoticias) August 4, 2020
Mientras tanto, «el flaco» se alista para convertirse en un movilizador y articulador de una movilización ciudadana enmarcada en las parlamentarias. Grupos de la sociedad civil organizada se le han acercado para pulsar su liderazgo, para proponerle asumir rol protagónico, para incluso plantearle armar maquetas de candidaturas con nombres surgidos del mundo de las organizaciones ciudadanas. Esa idea también fue estudiada en el G4, como vía de acción en el caso de decidir participar, y finalmente descartada.
Pero quizá le falte tiempo. Después de todo, en apenas días se deberán inscribir candidaturas -hasta el 19 de agosto-, y armar maquetas en todo el país no es cosa fácil. En cualquier caso, lo que está descartado por todos los actores consultados es un acercamiento, y menos aún una alianza, entre Capriles y sus opositores movilizados con participantes de «la mesita», como Henri Falcón.
Por ahora, Henrique Capriles suelta píldoras y continúa de reunión en reunión, sin responder directamente la gran pregunta.
Los caminos a seguir
Mientras organizaciones de la sociedad civil, y la militancia opositora en general, esperan por definiciones de qué hacer entonces, los jefes partidistas señalan que anunciarán una ruta «en lo próximos días» que contribuya a «ponerle punto final a la dictadura», según dijo la diputada Delsa Solórzano en rueda de prensa conjunta con otros representantes de partidos.
Esta semana, iniciaron consultas regionales y sectoriales para definir estrategias “reales y no simbólicas” para lograr restituir condiciones electorales. Una segunda etapa del proceso, donde la discusión sale de las cúpulas donde se decidió la no participación del G4 y los apoyos del resto de organizaciones.
Así confirman militantes de Primero Justicia y también el diputado José Gregorio Correa, quien reveló que él y otros parlamentarios no fueron consultados sobre lo que saldría en el comunicado y posteriormente fue respaldado por la Asamblea Nacional.
A la par, el chavismo se organiza para un proceso electoral en pandemia, con todos los indicadores de contagios y muertes en franco ascenso, y permanentes llamados a la unidad de las fuerzas chavistas. Especialmente siendo que dentro de ese sector el goteo de simpatías es constante, y además desde partidos como PPT y el PCV, entre otros, se ha puesto en duda que se logre una «alianza perfecta» con el PSUV. Ilenia Medina, en Unión Radio y en nombre del partido azul, llamó a lograrla afirmando que ya no deberían lanzar candidaturas independientes como ocurrió para instancias regionales en procesos anteriores.
Eso sí, el gobierno tiene una ficha clave: un recurso judicial introducido por académicos ante el TSJ solicitando suspender las elecciones en su forma actual por incumplir extremos legales. La demanda pasó el primer filtro y ahora está sobre el escritorio de un magistrado clave de Maduro, el presidente de la Sala Constitucional, Juan José Mendoza. El documento pudiera terminar funcionando como excusa para retrasar la convocatoria electoral en aras de reconfigurarla.