Carta pública a Hugo Chávez de los hijos de Alberto Arvelo Torrealba

Este minicronista se limita hoy a transcribir la contundente carta que le envían los hijos de Alberto Arvelo Torrealba a Hugo Chávez, a propósito de la «Misión Florentino»: «El poema ‘Florentino y el Diablo’ surgió del pueblo, fue elaborado por un poeta y regresó al pueblo para siempre. La sociedad venezolana lo canta y lo recita sin discriminación de clase social, de ideología política, de fe religiosa o raza».
Nada hay más ajeno al espíritu de Alberto Arvelo Torrealba que el sectarismo. Alardeaba de haberse mantenido neutral entre sus dos personajes fundamentales. Si alguna preferencia alcanzó a tener fue su simpatía por el Diablo. En carta pública a Antonio Estévez en 1961, luego de haber escuchado por primera vez la Cantata Criolla, escribía: «Si alguna tentación de preferencia tuve en el poema, fue hacia el Diablo. Florentino es más fresco en el lirismo, más ágil de epigrama, más sabio de imagen pechera, más brujo de rasgueo en las cuerdas, más ricón en el atropello del cantar. Pero el grave Autócrata de las Tinieblas es más hondo, más poeta, más músico, más humano en las resonancias de la tragedia y la amargura.
Como sea, tampoco tiene usted el derecho de cubrirse con el manto de Florentino, porque el poema no divide sectariamente al pueblo entre demoníacos y celestiales. Y como ese es el fundamento de su planteamiento político, rechazamos, teniente coronel Hugo Chávez, la utilización del poema aludido o fragmentos de él, para la campaña electoral suya contra la aprobación del Referendo Revocatorio. ‘Florentino y el Diablo’ es un poema de profunda unidad nacional. La Venezuela que quería nuestro padre era Una con mi alma en lo sola, una con Dios en la fe».
Alberto Arvelo Ramos
Mariela Arvelo de Rodríguez Tamayo