Cauto debate entre Harris y Pence limpió imagen de la caótica discusión presidencial
El debate, moderado por la periodista Susan Page, se centró en diversos temas de la vida política y la actualidad estadounidense, como la gestión de la pandemia por covid-19, la economía, el cambio climático, la política exterior, la migración, el sistema judicial y la campaña electoral
Un peculiar debate debido a los protocolos contra la covid-19 fue celebrado durante la noche de este miércoles 7 de octubre entre los candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris como compañera de fórmula de Joe Biden por el partido demócrata, y Mike Pence como mano derecha de Donald Trump representando el partido republicano, de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 3 de noviembre.
A diferencia del debate presidencial entre Biden y Trump, efectuado una semana antes y el cual destacó por salirse de los protocolos e irrespetar los lapsos -principalmente por parte del presidente vigente de Estados Unidos-, esta edición resaltó por ser más coherente y respetuosa con la programación del evento, aunque un poco más tibia en los temas abordados y las respuestas propiciadas por los voceros.
El debate, moderado por la periodista Susan Page, se centró en diversos temas de la vida política y la actualidad estadounidense, como la gestión de la pandemia por covid-19, la economía, el cambio climático, la política exterior, la migración, el sistema judicial y, como no podía ser de otra forma, la campaña electoral.
La gestión de la pandemia
En materia de covid-19, la discusión se llevó a un terreno de dimes y diretes. Harris dirigió críticas a Trump por su gestión de la pandemia, que hasta ahora ha generado más de 210.000 muertes y 7,5 millones de contagios; mientras que Pence resaltó los logros de las decisiones tomadas por el Ejecutivo que, aseguró, han evitado la muerte de alrededor de 2 millones de personas.
La dirigente demócrata acusó a Trump de no haber revelado información a tiempo sobre la gravedad del virus, habiendo tomado medidas de confinamiento y paralización económica en marzo, a pesar de que tenía conocimiento de su capacidad de contagio y tasa de letalidad para mediados de enero.
«Si nos hubiésemos enterado en enero en lugar de marzo, la situación sería distinta. Lo encubrieron. Trump dijo que era una farza y lo minimizaron, y a día de hoy todavía no hay un plan. Biden sí lo tiene: rastrear el virus, asegurar la vacuna y aplicarla gratis para todos», resaltó la también senadora norteamericana.
Por su parte, Pence defendió que Trump tomó medidas pertinentes como suspender los vaijes desde China y paralizar la mitad de la economía, una acción sin precedentes en la historia del país. Además despreció la ruta de acción propuesta por Harris al resaltar que se trata de un «plagio» de lo que ya está haciendo el gobierno de Trump.
Con respecto a las vacunas, Harris fue cuestionada sobre la aplicación de las mismas, a lo que respondió que si los profesionales de la salud lo indican, se la aplicará, pero si es Trump quien propone la vacunación, no lo hará. Pence la fustigó por esta declaración al asestar que estaba «socavando la confianza pública en la vacuna».
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Salud pública, el eje del debate económico
En el ámbito económico, Harris arremetió contra la gestión de Trump al acusarlo de acumular una deuda personal de 400 millones de dólares. «El comandante en jefe debe dinero y toma decisiones para beneficiarse a sí mismo en vez de al pueblo», sostuvo.
Pence defendió a Trump recordando que es un empresario que ha «pagado cientos de millones de dólares en impuestos y ha creado miles de empleos», para luego asegurar que los reportes sobre la deuda mencionada no son exactos.
Luego la compañera de Biden fue preguntada sobre el plan para levantar la economía. Ella ratifica que la propuesta de su fórmula consiste en mejorar las condiciones de vida del ciudadano norteamericano y facilitar el acceso a la salud con un plan de salud pública, pero que también se centrará en invertir en infraestructura, energía limpia, educación e innovación, llegando a ofrecer incluso cupos gratis en universidades para los menos pudientes y exoneraciones para aquellos que mantengan préstamos universitarios.
«Biden piensa que debe medirse la salud y la fortaleza de la economía en base a la salud y la fortaleza del trabajador de las familias. Trump mide la salud de la economía en base a cuántas personas ricas hay», acotó.
Pence se limitó a remarcar logros alcanzados durante la gestión de Trump, afirmando que la familia promedio tuvo un ahorro de 2.000 dólares en impuestos, lo que permitió incrementar sus ganancias en 4.000 dólares tras recortes fiscales; además de ingresar al menos 4.000 millones de dólares a las arcas del país y salvar 16 millones de empleos. «No hemos escatimado en esfuerzos para ayudar a las familias. Biden quiere aumentar los impuestos y enterrar nuestra economía bajo el pacto verde», dijo en referencia al Acuerdo de París.
Harris rechazó las acusaciones sobre el incremento de impuestos, ya que no los aumentaría a aquellos que ganen menos de 400.000 dólares anuales. También aclaró que Biden no tiene intenciones de acabar con el fracking, pero sí de enfocarse en el desarrollo de energías limpias. En cambio, acusó al gobierno de Trump por llevar al país a tener una recesión «comparable con la Gran Recesión» y de intentar quitar el seguro social a los estadounidenses.
Según Pence, el ‘Obamacare’ como se denominó la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, fue un «desastre para el país». También resaltó que su fórmula tiene un plan para mejorar la salud y proteger a las persoans con condiciones prexistentes.
El dilema económico de la contaminación
La moderadora dirigió el debate hacia el campo climático, ya que una de las principales críticas que ha recibido el gobierno de Trump tiene que ver con retirarse del Pacto de París y desconocer el impacto del cambio climático, una visión que se contrapone a la de Biden, quien desea impulsar un regreso al acuerdo climático.
A juicio de Pence, regresar al Acuerdo de París «aplastaría la industria energética de Estados Unidos e incrementaría los costos del mercado laboral en el país. También aseguró que Estados Unidos ha reducido más emiciones de dióxido de carbono (CO2) que varios países dentro del acuerdo climático.
Harris señaló a la administración de Trump de «no creer en la ciencia» y ratificó que, de ganar la presidencia, su fórmula «ingresará al pacto con orgullo».
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Política exterior, segundo plano en el debate
En el marco de la política exterior, la ronda inició con la candidata demócrata nuevamente asestando críticas a la administración republicana, al acusar a Trump de «defender a dictadores del mundo mientras rechaza a aliados».
Se refirió al escándalo de las elecciones presidenciales de 2016, en las cuales existió una injerencia del Kremlin, según la Inteligencia del Senado. «Trump tomó la palabra de (Vladimir) Putin en vez de escuchar al comité de inteligencia del Senado de los Estados Unidos», resaltó
También advirtió que Irán representa un peligro mucho mayor que antes debido a la posibilidad de que construyan un arsenal nuclear significativo. «La política de Trump con respecto a las relaciones internacionales ha sido aislarse», subrayó.
Por su parte Pence acentuó que la política de Trump ha sido ser firme con sus aliados, pero también exigente. Recordó que durante su gobierno se fortalecieron las alianzas en la cuenca hacia el pacífico y han logrado una avanzada contra el Estado Islámico. «El país está más seguro», asintió.
Más preguntas que respuestas sobre la Corte Suprema
La renovación de la Corte Suprema de Estados Unidos, después de la muerte de una de los nueve miembros del ente, Ruth Bader Ginsburg, es uno de los temas más trascendentales en la campaña electoral. Es deber del presidente nombrar al sustituto y esta nominación debe ser ratificada por el Senado. En este punto hay un confrontamiento político, ya que el Ejecutivo es republicano y el Senado de mayoría demócrata.
La Corte Suprema está compuesta por un presidente, John Roberts, y otros ocho jueces asociados que cumplen sus funciones de manera vitalicia. Actualmente, existía cierto equilibrio ideológico ya que había cuatro jueces progresistas y cuatro conservadores, mientras que el persidente John Roberts asumía la función de «voto péndulo» para generar mayorías.
Este equilibrio podría romperse si Donald Trump logra introducir otro miembro conservador a la Corte Suprema, creando una mayoría para esa facción. Ante esta posibilidad, se ha especulado que Biden, de ganar la presidencia, podría impulsar un incremento del número de jueces para retomar el equilibrio o ganar una mayoría favorable a los progresistas.
Sobre este tema, Trump cuestionó a Biden en el debate anterior, sin embargo el candidato demócrata no respondió directamente. La táctica de Pence fue la misma contra Harris en esta ocasión, pero una vez más, la fórmula progresista desvió sus respuestas.
«Ellos tratarían de llenar la corte suprema. Si valoran la separación de poderes y la corte suprema, deben oponerse a la fórmula Biden-Harris», resaltó Pence en el debate.
Por su parte, Harris se limitó a responder que el pueblo de Estados Unidos sabe que no solo están votando por un presidente, sino también «para saber quién va a elegir de manera vitalicia los representantes en la Corte Suprema».
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Aceptar o no los resultados
Otro de los ejes fundamentales en torno a la campaña presidencial guarda relación con el contexto en el que se realiza la votación, un proceso único en la historia del país debido a los protocolos y las modalidades a emplear debido a la covid-19, un entorno perfecto para denunciar posibles fraudes y rechazar los resultados después del 3 de noviembre.
La coordinadora Susan Page preguntó a Harris sobre el plan de acción de su fórmula en caso de que Trump se negara a aceptar los resultados electorales, pero la senadora no ofreció una respuesta clara. Solo recalcó que Biden ha llamado al voto, mientras que Tump ha intentado en múltiples ocasiones suprimir el sufragio.
A Pence le cuestionaron si Trump estaría dispuesto a ceder la presidencia en caso de perder, pero el vicepresidente tampoco respondió de manera concreta. En su lugar, se mostró confiado sobre la reelección democrática de Trump e instó a que no se modifiquen las condiciones electorales con los «votos postales», un mecanismo ya utilizado en menor medida en comicios a lo largo de la historia, pero que incrementaría su protagonismo ante la contingencia del coronavirus.
«Creo que vamos a ganar las elecciones, estamos luchando todos los días en los tribunales para evitar que Biden y Harris cambien las reglas para tener oportunidad de fraude con votos postales. Tenemos confianza en unas elecciones juntas», resaltó Pence.
Los candidatos culminaron el debate invitando a los electores a participar en las elecciones y haciendo un llamado a la unión pese a diferencias políticas. El próximo enfrentamiento retórico será entre los candidatos presidenciales y se llevará a cabo el jueves 15 de octubre.