Cavecol pide seguridad fronteriza para fortalecer el comercio entre Colombia y Venezuela
Las estimaciones actuales indican que 2022 podría cerrar con un total de $800 millones de dólares de actividad comercial entre Colombia y Venezuela, mientras que para 2023 podría crecer a $2.000 millones
El presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol), Luis Alberto Russián, evaluó el panorama actual de cara a la reactivación del paso fronterizo entre Táchira y el Norte de Santander, que se llevará a cabo el lunes 26 de septiembre.
La reapertura fronteriza es un hito tras siete años de cierre y da pie a muchas posibilidades para las economías de ambos países, mejorando los mecanismos de importación y exportación de productos no solo en Venezuela y Colombia, sino desde y hacia países terceros.
El reinicio del comercio fronterizo solo puede generar beneficios para las localidades fronterizas y en general para los dos países. No obstante, hay obstáculos que superar para que este resurgir del comercio legal se concrete.
Una de las características de la región fronteriza es la presencia de grupos armados irregulares que cometen actos delictivos, generalmente con comercio ilegal de por medio, a lo largo de la frontera colombo venezolana. Para Russian, las autoridades deben trabajar en conjunto para solucionar este problema.
«Vemos positivo que, en la medida en que haya comunicación y se generen instancias para las estrategias y acciones conjuntas, podrán disminuirse estas prácticas», resaltó en una entrevista con la periodista Diana Carolina Ruíz en el programa Toque de Diana, emitido en la emisora La Romántica.
El representante del gremio empresarial destacó que en todas las fronteras del mundo ocurren cosas similares, pero la clave es que los gobiernos involucrados desarrollan iniciativas y estrategias conjuntas para actuar más allá de sus propias fronteras, algo que no ha ocurrido en los últimos siete años de ruptura diplomática.
«Estas bandas van más allá de las fronteras de un país. Son organizaciones internacionales y lo que importa es que las autoridades estudien, hagan el diagnóstico y emprendan acciones conjuntas, promoviendo el diálogo y la confianza», insistió.
Russián cree que este es el caso y que «desde afuera» observan un acercamiento en este sentido, pues las autoridades de Colombia y Venezuela han estado conversando en las últimas semanas, lo que representa una buena noticia para la actividad comercial, que depende de la seguridad que tendrán para operar.
«Esperemos que estas reuniones den resultados y generen seguridad personal y física, no solo para la actividad comercial, sino para la población en general», sostuvo.
Pacificación mal encaminada
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha intentado llevar adelante un proceso de pacificación con los grupos irregulares, particularmente con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la única guerrilla que permanece oficialmente activa en Colombia. Por desgracia, los acercamientos no iniciaron de la mejor manera.
Apenas cuatro días tras su toma de posesión, envió una delegación a La Habana para reactivar las negociaciones con el ELN que quedaron suspendidas en 2019 por orden del entonces presidente Iván Duque, como respuesta a un atentado contra una escuela de policías en Bogotá que provocó 20 muertes.
Como muestra de buenas intenciones, Petro suspendió las órdenes de captura y extradición contra los delegados del ELN que participarían en las conversaciones de Cuba.
La respuesta de la guerrilla no reflejó una postura flexible de cara a las conversaciones, pues el comandante del ELN, Eliécer Herlinto Chamorro, aseguró que los conflictos siempre van a ser necesarios y que será imposible alcanzar una «paz total».
«Sí vamos a dialogar, sí vamos a conversar, entonces, no somos muy de la idea de decir que vamos a hacer una Paz Total, no. Además, las guerras son necesarias, cuando hay procesos de dominación en una sociedad, cuando hay imposición y eso está aceptado, está mandatado en el Derecho Internacional, o sea el derecho a la rebelión», exclamó.
El pasado viernes 9 de septiembre se produjo un combate armado entre el Ejército de Colombia y un batallón del ELN, durante un operativo militar que investigaba las actividades de la guerrilla. Como resultado de este enfrentamiento, un militar colombiano murió y otros seis resultaron heridos.
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Oportunidad comercial de Colombia y Venezuela
Durante la entrevista, Russián volvió a hacer énfasis en las oportunidades que la reapertura fronteriza crea para Venezuela en materia de intercambio comercial. Las estimaciones actuales indican que 2022 podría cerrar con un total de $800 millones de dólares de actividad comercial entre ambos países. El número, asoma, podría ser incluso mayor.
«Si sumamos el factor de formalización por parte de los sectores que operan de manera informal, pudieran llegar a $1.200 millones para el cierre del año. Depende de la frontera, de lo acelerado que sea el proceso y de las señales que se vayan dando con el tiempo, que los procesos de nacionalización sean ágiles y dinámicos», sostuvo.
Recordó que la reconciliación comercial de dos países que rompieron sus relaciones hace siete años no es fácil. No se trata de dar la orden y recuperar la normalidad que existía hace años. Los agentes económicos tienen que observar la situación, evaluar y decidir si existe la confianza suficiente como para incorporarse a estas actividades económicas.
«Es un proceso humano, lo comercial es un proceso adicional. No es presionar un botón y que automáticamente incrementen las ventas y la confianza. Es progresivo», subrayó.
De acuerdo con las estimaciones hechas desde Colombia, este año el intercambio comercial podría llegar a los $1.000 millones, mientras que 2023 podría cerrar en $2.000 millones, un incremento muy importante frente a los $397,7 millones comerciados en 2021.