Chacumbele contra Carlos V, por Simón Boccanegra

A Chacumbele lo único que le faltó, después que regresó de Chile y se puso a resollar por la herida, fue dictar un nuevo Decreto de Guerra a Muerte: «Españoles y canarios, contad con la muerte, etc., etc.» Se siente, más que nunca, el mesmísimo Simón Bolívar propinándole una «hostia» a Fernando VII. Periódico de ayer que ni a sus hinchas más fervorosos logra ya arrancarles mayor entusiasmo. Toda la semana pasada no hizo sino hablar del tema. Cree que podría reforzar con eso su campaña por el SI, centrandola en él y no en la reforma. Ahora no sólo sería una víctima del imperio yanqui sino también del de Carlos V. Todo el enorme aparato propagandístico del chavismo está en acción, haciendo de un grano de arena una montaña, transformando un incidente, en definitiva, banal, en una épica contienda contra los godos. Por añadidura, existen razones en la conducta de Chacu que atañen a su ego herido. Ha inventado toda clase de sofismas para explicar su pasividad ante la imprecación de Juan Carlos. Que si no lo oyó, que si la cosa no era con él sólo sino con Evo y Ortega también –como si estos hubieran estado interrumpiendo a Zapatero a coro con él. En fin, quiere arrimar la brasa para su sardina electoral, pero también quiere sacarse la banderilla que le clavaron entre el rey y Zapatero. En su infinita irresponsabilidad y desprecio por los intereses nacionales, es capaz de sacrificar en el altar de su ego a la propia República.