Chacumbele está bravo porque no le creen
Yo-El-Supremo está furioso porque nadie (y no sólo la oposición) toma en serio lo del magnicidio. El domingo pasado expresó su frustración porque sus compatriotas, incluyendo no pocos chavistas, han vuelto pura chercha ese aguacerito blanco de que lo quieren matar. Conozco algunos fervientes partidarios del régimen que, en privado, por supuesto, pero no tanto como para que yo no me entere, se preguntan si es que no hay algún asesor del Presidente que se atreva a decirle que la mamadera de gallo es inevitable mientras la gente no le vea el queso a la tostada. Este minicronista en modo alguno está «ligando» que se lo echen al pico, tal como en su frustración, porque nadie le cree, dijera el Presidente que hay mucha gente en ese plan. Por mi parte insisto en que, políticamente, Chacumbele se está matando él solito. Pero esa es harina de otro costal. No obstante, este minicronista, quien se ocupó del tema con escepticismo y sorna, no puede evitar hacerlo, porque si el Presidente dice que el burro es negro, entonces que presente en su mano los pelos negros del animal. Pero como esto nunca sucede y en las 17 oportunidades que han hablado de magnicidio la única vez que presentaron un supuesto asesino resultó ser un humilde campesino cazador, con su escopeta, al cual tuvieron que dejar en libertad de inmediato, no hay manera de no reírse cada vez que nos vienen con el mismo cuento. Uno de los episodios más grotescos de esta serie fue el de la bazuca cerca del aeropuerto.
Además, Yo-El-Supremo es tan cobero que es imposible no pensar que lo del magnicidio es una más de sus proverbiales cobas. Pero, no nos engañemos, la coba no está dirigida hacia el mundo opositor y ni siquiera hacia aquellos de los suyos que, él sabe, ven la cosa con escepticismo, sino hacia aquellos que todavía le creen a pies juntillas cuanta tontería espeta. Es un problema existencial; necesita forjarse una imagen heroica. Competir con Fidel o el Che en este plano es tan difícil…