Chacumbele habla de Mao y del «socialismo chino»
A un Jefe de Estado y de Gobierno, Chávez Frías, no le conviene mostrar ignorancia política. Resulta muy feo y contraproducente que Chacumbele vaya a China y se ponga a recordar, ante los sobrevivientes mismos de la «Revolución Cultural» maoísta, que produjo millones de víctimas, a Mao Ze Dong y, para colmo, mencionarlo junto a Deng Xiao Ping, como si ambos hubieran sido uña y carne.
Deng, quien estuvo literalmente preso bajo el Mao enloquecido de la hecatombe «cultural», se salvó y reviviendo de sus cenizas, con la divisa de que «no importa el color del gato con tal que cace ratones», se quitó de pendejadas, echó a la basura los delirios de su antecesor y abrió el camino para el prodigioso crecimiento económico de su país.
Crecimiento que, como todo el mundo sabe, menos, al parecer, Chacumbele, tiene por base una expansión colosal del capitalismo más salvaje que se pueda imaginar –sin sindicatos, sin investigaciones parlamentarias, sin oposición política, sin prensa libre ni ninguna de esas zarandajas de los países democráticos, que puedan perturbar la acción de la mano invisible del Mercado y de los hoy poderosos magnates chinos–.
En el «socialismo» chino el Estado existe no para regular y controlar al Mercado sino para librarlo del condicionamiento político que la clase obrera y la sociedad en general pudieran oponer a su hegemonía. En China se articulan el totalitarismo del Mercado y el totalitarismo del Estado y eso lo sabe cualquier lector de periódicos o televidente.
Pero, también es probable que cuando Chacumbele habla de «socialismo chino» no sea tanto por ignorancia como por oportunismo y se esté refiriendo, a plena conciencia, a una fantasmagoría más o menos semejante a la del «socialismo del siglo XXI», que él pregona por estos lares. De todos modos, quizás, como se dijo alguna vez de CAP, a Chacumbele no le haría mal un poquito de ignorancia. Para que no hable de lo que no sabe.
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