Chacumbele radicaliza a sus matones, por Simón Boccanegra

El brutal discurso «radicalizador» de Chacumbele está permeando hacia los grupos violentos de la base chavista. Varios partidos y ONG que han estado llevando ayuda a centros de acopio ubicados en las barriadas populares han tropezado con la presencia agresiva de pequeños grupos, supuestamente del ala dura de los consejos comunales, que pretenden asumir el control de tales centros y que han tratado de impedir la entrega de los cargamentos de ayuda. Felizmente, los propios damnificados se han encargado de impedir que esas acciones violentas y absolutamente estúpidas hayan logrado su cometido, poniendo en fuga a los atorrantes agresivos. Esto no es sino un preludio del estilo que Chacumbele piensa imprimir a su campaña electoral. Está intentando repolarizar el clima popular, aunque hasta ahora lo que se nota es que son sólo los grupos de activistas los que han actuado con violencia y agresividad, pero el pueblo, chavistas incluidos, ha rechazado esa conducta y, naturalmente, puesto que se trata de ayuda que les es necesaria, han hecho prevalecer el sentido común acompañado de unas cuantas trompadas para enseñarle a los matones que se equivocan si creen que van a hacer privar sus brutales criterios. Es evidente que el chavismo en las barriadas siente que el piso se le ha movido y que el clima político que una vez les fue favorable, ha experimentado un cambio. Eso los desespera y los induce a las conductas violentas, típicas de quien se sabe desasistido del respaldo popular y actúa para sustituir el apoyo que perdió, por el miedo. Fracasarán también.