Chávez lo sabe todo, por Simón Boccanegra
El pasado miércoles Chacumbele dio otra muestra de la modestia que lo caracteriza. En su perorata transmitida por VTV dijo que no era quién para darles consejos a los candidatos de la oposición, pero no pudo contender la lengua y se los dio. Les recomendó que estudiaran mucho. «Yo como presidente no llegué de la noche a la mañana a saberlo todo, tienen que estudiar y prepararse». Por lo menos ya sabemos que sí lo sabe todo, pero parece no darse cuenta de que lo que sabe no está dando los resultados esperados. No quiso dar consejos, pero lo siguió haciendo. Explicó cómo ha llevado las relaciones internacionales del país. Dijo, con su cara muy lavada, que en esta materia no se puede estar «improvisando». Eso de mandar batallones a la frontera, salirse del la Comunidad Andina, sin poder entrar al Mercosur, plantear la creación de otra OPEP donde no estén los países árabes amigos del imperio, no son cosas que se le ocurren de repente a su mente febril, sino que son producto de un estudio profundo. A lo anterior agregó, que esos estudios ahora le permiten «hacer un manejo eficiente de los recursos y sé administrar el país». Lo más preocupante de las palabras presidenciales es que considera que está bien preparado para hacer lo que hace. Nosotros nos permitimos recomendarle que desaprenda lo que aprendió y se ponga a estudiar otra vez, porque el desastre en el que está sumido el país es, precisamente, consecuencia de la práctica que hace de su aprendizaje. Esas lecturas que le recomiendan el rey de la pamplina frita y otras que le sugiere Alí Rodríguez están muy desfasadas. Lo mismo se puede decir del dinosaurio de La Habana. Hay que comprender también, que con ese tipo de profesores, por mucho que se estudie, el resultado nunca es bueno. Con razón estamos como estamos.