Chavismo negocia con tenedores de bonos bajo promesas de libre mercado
Una llamada de más de una hora se habría llevado a cabo entre los asesores financieros de Nicolás Maduro y un puñado de inversores y tenedores de bonos, en la cual se habrían discutido oportunidades de negocio en materia petrolera, mineral y turística
El gobierno de Nicolás Maduro intenta nuevamente retomar las conversaciones y negociaciones con los inversionistas internacionales a los cuales debe dinero, como los tenedores de bonos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) que no se han cancelado desde 2017 y acumulan cada vez más intereses.
La idea del gobierno chavista parece ser convencer a los inversionistas de sostener nuevos negocios apoyándose en los nuevos datos económicos que proyectan un crecimiento para este año, motivado por los cambios en la política económica del chavismo.
De acuerdo con fuentes consultadas por Bloomberg, los asesores financieros de la administración de Maduro, liderados por el exministro de finanzas de Ecuador, Patricio Rivera, sostuvieron una larga conversación telefónica con al menos una docena de tenedores de bonos y gestores de inversión provenientes de Europa y Estados Unidos.
La llamada habría sido gestionada por la Cámara Venezolano Española de Industria y Comercio (Cavespa), y se habría enfocado en presentar oportunidades de inversión en los sectores del turismo, los hidrocarburos y los minerales.
*Lea también: Deuda de Pdvsa aumenta en $400 millones por acumulación de intereses
Rivera intentó convencer a los inversionistas sobre los cambios de rumbo que está tomando la economía venezolana e hizo promesas sobre una política más amigable con el mercado. Este es un cambio de 180° con el discurso de Maduro hasta 2018, en el que fustigaba al «dólar criminal» y promovía las regulaciones del mercado.
El contacto del gobierno venezolano con los tenedores de bonos ha sido mínimo desde que el Gobierno fuese declarado por calificadoras de riesgo estadounidenses en situación de impago, tras exceder el plazo para pagar las deudas por los bonos emitidos por el valor e 60.000 millones de dólares.