Chevron aún tiene restricciones para perforar nuevos pozos lo que limita la producción
Expertos sostienen que con la Licencia de la OFAC a la norteamericana Chevron y la posibilidad de nuevas flexibilizaciones a otras empresas extranjeras socias de Pdvsa como Eni y Repsol, la producción venezolana podrá llegar a la tan ansiada meta de 1 millón de barriles diarios, pero en 2025
La Licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EEUU a Chevron traerá beneficios a la empresa pero también a la administración de Nicolás Maduro, destacan analistas económicos. Sin embargo, consideran que un incremento significativo de la producción petrolera en Venezuela no se verá sino hasta unos dos años, debido a que aún hay limitaciones en la autorización del gobierno de Joe Biden para que la norteamericana amplíe sus operaciones en los campos petroleros en los cuales es socio de Pdvsa.
Entre las restricciones que aún tendrá Chveron para operar en el país resalta el que no podrá perforar nuevos pozos de crudo, lo que pondrá un techo a la producción, al menos a mediano plazo.
Francisco Monaldi, economista y profesor de la Universidad de Rice en Estados Unidos y del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), indicó que la licencia a Chevron autoriza a producir en sus cuatro empresas mixtas en conjunto con Pdvsa y, básicamente invertir en mantenimiento y reparación de los campos y otras instalaciones petroleras. No obstante, «por ningún lado dice que puede perforar nuevos pozos, y esto es mas restrictivo que la licencia anterior, ya que ésta si lo permitía».
Destacó que la mayoría de los pozos que opera Chevron a través de las empresas mixtas se pueden reactivar con entre 500.000 y 6 millones de dólares (dependiendo del estado de la infraestructura). «Hay pozos que con poco dinero pueden producir otra vez», destacó durante su participación en el Webinar «Sanciones y licencias relacionadas con Venezuela: el caso Chevron. Importancia del Compliance», organizado por el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
La licencia tampoco permite que se usen los diluyentes en la producción de Pdvsa y no autoriza pagos de regalías e impuestos a Venezuela ni siquiera en especie (crudo), igualmente impide a Chevron comprar nuevas áreas en las empresa ya existentes.
Acotó Monaldi -no obstante- que la licencia autoriza las exportaciones solo para Estados Unidos y «eso la hace mucho más atractiva», aunque los aliados europeos estarán a la espera de que también se permita la venta del crudo a Europa.
Indicó igualmente que la autorización genera otras dudas, como el destino de las exportaciones de crudo. «¿Qué pasa con el mercado interno y con parte del crudo se está usando para la refinación dentro de Venezuela?, en este punto no hay claridad. La segunda pregunta que uno se hace es qué pasa con la producción que tomaba Pdvsa de las empresas mixtas. Es decir, ¿se puede exportar la parte de Venezuela a Estados Unidos, se puede exportar a China? Todavía tengo dudas sobre esto».
Considera, sin embargo, que la licencia genera beneficios para la administración de Maduro, ya que el mercado de EEUU es el mas rentable para el crudo venezolano, debido a que tiene menores costos de transporte y un descuento quizás de 10 dólares por barril. «Cualquier exportación es ganancia, porque será a un precio mejor y Chevron traerá al país dinero, aunque sea de manera limitada. Maduro tiene dificultades muy grandes de vender, y esto le da una oportunidad. Eso es percibido pot todos como solo un primer paso, porque no es sostenible la actual situación».
Resaltó que los beneficios para Chevron son claros, Pdvsa adeuda entre 2.000 millones y 2.400 millones de dólares a la petrolera norteamericana por sus operaciones conjuntas, por lo que la licencia permite cumplir con este compromiso en momentos en que los precios siguen siendo significativos y la rentabilidad es alta.
Monaldi recordó -en todo caso- que la producción de las empresas mixtas de Chevron y Pdvsa se encuentra muy baja, por lo que se requiere invertir para elevar esta cifra.
«En la Faja Petrolífera del Orinoco se producen casi 50 mil barriles diarios en Petropiar y Petroindependencia. En Petroboscán hay una capacidad ociosa, pero se puede subir a entre 30 mil a 50 mil barriles diarios, para llegar a un total de 70 mil. Luego hay que invertir para tratar que la producción venezolana pueda llegar a 900 mil barriles diarios», dijo.
Recalcó el profesor del IESA que si se aprueban nuevas licencias similares a la de Chevron, estos proyectos pudieran agregar 30 mil a 80 mil b/d a la producción «y así en 2025 estaríamos llegando a un millón de barriles diarios. Si no hay nuevas licencias quedaríamos en un limbo».
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Un 2023 no tan claro
A juicio de la directora de la consultora Síntesis Financiera, Tamara Herrera, la reciente licencia a Chevron genera hacia lo interno del país, un incentivo que puede ser aprovechado para avanzar en negociaciones de gran importancia «para los vientos de estabilidad económica que se busca y especialmente en año de posible campaña electoral».
Igualmente, desde el punto de vista de aporte financiero estima un escenario favorable porque de venderse la totalidad de la producción de las empresas mixtas calcula ingresos de entre 1.800 millones a 2.000 millones de dólares en 2023, con un precio del barril de petróleo para Chevron de $52, aproximadamente, y de $48 para Pdvsa al estimarse el barril de crudo Brent en un promedio de $98 dólares.
«Parte de esos recursos podrían ser vendidos en el mercado cambiario venezolano ante la necesidad de Chevron de pagar compromisos internos en bolívares. Calculamos que se agregarían 140 millones de dólares a ese pequeño mercado de las mesas de cambio en el país de 350 millones de dólares al mes. En cambio si solo se vende el crudo que le toca a Chevron por su propiedad en las empresas mixtas, pues el aporte anual será de 600 millones de dólares anuales», explicó Herrera en el foro organizado por el IESA.
Acotó que si se detienen los avances políticos y de diálogo que permitieron la licencia, la producción total de Venezuela se estancaría y comenzaría a caer hacia finales de 2023 por las dificultades para su sostenibilidad.
Síntesis Financiera proyecta el valor de las exportaciones petroleras para 2023 en $10.000 millones y prevé que 75% de estos recursos genere flujo de caja ($7.500 millones). «Esto es importante para la sostenibilidad del mercado cambiario, porque la salida de la hiperinflación fue con la venta de divisas en las mesas de cambio, este rol fue aumentando desde mediados de 2021 y se contuvo el mercado. Pero a lo largo de 2022 ha sido mayor el aporte de esta contención al punto de que calculamos que se van a gastar este año 3.600 millones de dólares».
Herrera se pregunta si en el 2023 tendría que activarse mucho mas la venta de divisas a la banca y si Pdvsa tomará una mayor protagonismo en este mercado. «Si se pretende imponer este esquema de estabilización, ya desgastado, se requiere al menos 4.000 millones de dólares. El próximo año será muy retador porque el valor de las exportaciones puede caer debido a la desinversión en la industria petrolera».