Cicpc desarticula red dedicada a la trata de personas en Caracas
Se pudo conocer que por el caso fueron detenidos los hermanos Yassert Antonio y Lino Antonio Croes Torrealba, el primero de ellos solicitado por trata de personas, quienes captaban bajo engaño a adolescentes y jóvenes por redes sociales, las mantenían en cautiverio y las vendían a grupos que operan en Colombia
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) desmantelaron una red de dedicada a la trata de personas en Caracas durante un procedimiento realizado la noche del 10 de febrero.
La información la dio a conocer el director de esa dependencia, comisario Pavel Uzcátegui, quien detalló que la ubicación de los líderes de esta banda se logró mediante patrullaje cibernético.
El funcionario detalló que por el caso fueron capturados los hermanos Yassert Antonio y Lino Antonio Croes Torrealba. La aprehensión se efectuó en la vivienda donde encerraban a las jóvenes, lugar en el que se encontró material pornográfico.
El Cicpc apuntó que los hermanos Croes Torrealba captaban bajo engaño a adolescentes y jóvenes por redes sociales, luego las mantenían en cautiverio y posteriormente las vendían a grupos criminales que operan en Colombia.
Uzcátegui explicó que presuntos involucrados en esta red anunciaban supuestas audiciones para modelaje y comerciales en televisión, cuando las incautas llegaban al lugar eran secuestradas y mantenidas en cautiverio hasta que ser trasladadas a territorio colombiano.
El comisario del Cicpc agregó que cuando las víctimas llegaban a Colombia eran vendidas a grupos criminales que las obligaban, entre otras cosas, a tener relaciones sexuales mientras eran grabadas para luego vender el material.
De acuerdo a lo informado por el efectivo del cuerpo de la policía científica contaron con el testimonio de una víctima que estuvo en cautiverio desde marzo a julio de 2020, pero logró escapar. Además, Yassert Antonio estaba solicitado por trata de personas.
Precedentes de trata de personas
En mayo de 2020, TalCual publicó una investigación sobre lo ocurrido en 2019 en dos embarcaciones que partieron desde el puerto de Güiria, en el estado Sucre, hacia Trinidad y Tobago. Con apenas 23 días de diferencia zarparon y desaparecieron en el mar sin dejar rastro de 60 personas. En el trabajo se evidencia cómo las instituciones de gobierno han ignorado las alertas que apuntan el desarrollo de un delito de magnitud internacional: el tráfico de personas y la explotación sexual, en el cual Venezuela se posiciona como el primer país con prevalencia en Latinoamérica, según índices mundiales.
Incluso, el año cierra con un mandato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al régimen de Nicolás Maduro de brindar información sobre la investigación de las desapariciones de más de 70 venezolanos entre las costas de Sucre y Trinidad y Tobago, y entre las playas de Falcón y Curazao en 2019, víctimas de redes de dedicadas a la trata de personas.
A inicios del segundo semestre de este 2020 se contabilizaban 207 venezolanos víctimas de trata de personas que habían sido rescatados. No trascendieron mayores detalles por el hermetismo del Ministerio Público.
El brazo de la trata y el tráfico de personas no solo llega al oriente del país, sino que se extiende por todo el territorio nacional. La coordinadora de la oficina de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) Guayana, Eumelis Moya, advirtió que «en el estado Bolívar el precio de una mujer oscila entre los cinco y los diez gramos de oro. Eso es el equivalente a $47»