Claves de 23 de enero de 1958, por Carlos Rodríguez
Twitter: @EdilcarlosR_Ccs
Me han solicitado que describa 3 irrebatibles enseñanzas de ese histórico hecho, ocurrido hace 64 años. Para esa fecha estudiaba primer año en el liceo Luis Razetti (La Quebradita-San Martín) y tenía 14 años de edad. Hoy a mis 77 años, con 64 años de continua vida política, de luchas estudiantiles, acciones, movilizaciones, ejercicios de cargos públicos y actividades de calle, afirmo que son tres las más grandes enseñanzas que nos ha legado tan significativa y presente fecha.
Primera: La indisoluble y creciente Unidad Popular, acrisolada en los años 56 y 57, que cuajaron en la acción unitaria de enero del 58.
Segunda: La novedosa y creciente acción conjunta de militares y civiles, enfrentados al régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez.
Tercera: La calle, no había día o semana, en los últimos 6 meses del año 57, que no se adelantaron acciones de propaganda, de protesta, huelgas, paros reivindicativos de denuncia de la prisión y torturas contra dirigentes políticos.
Estas 3 en mi humilde, pero experimentado juicio, dieron al traste con una cruel y feroz dictadura imperante durante toda la década de los 50.
Hoy, frente a un gobierno autoritario, negador de libertades públicas como evaluar estas 3 enseñanzas, como llevarlas de nuevo a la praxis, a la acción para alcanzar éxitos para ser realidad los derechos de nuestro sufrido y sometido pueblo.
La unidad popular debe construirse por encima de las organizaciones partidistas.
Debe construirse de abajo hacia arriba. De los barrios, aldeas y ciudades donde viven y trabajan nuestros compatriotas. Se trata de una unidad superior, cuyo principal objetivo es conquistar un nuevo gobierno, una nueva gerencia pública, que haga realidad los sueños, deseos y demandas de más del 80% de la población venezolana.
La convergencia en las fuerzas populares con las FAN, se trata de comprender que no son polos opuestos que la familia “militar” forma parte de la familia venezolana. Que ellos no están aislados en una campana, ni burbuja de cristal, que sufren las mismas limitaciones y rigores, que el mundo civil que tienen esposas, novias, padres e hijos que muchos se ubican en ese sector de venezolanos que claman por un ¡cambio ya! del ejercicio del voto; previsto en el artículo 330 constitucional por ser secreto y masivo, debe ser estimulado.
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Si esta unidad popular, más allá de los Partidos, auspiciadas por instituciones como La Iglesia, el sector empresarial, los Colegios profesionales, gremios y sindicatos no toman las calles por sus demandas y protestas, poco se hará para superar la grave crisis económica por la que atraviesa Venezuela, tenga salidas democráticas y de cambio
Unidad y progreso y libertad, es el camino hoy al igual que fue hace 64 años. Todos, militares y civiles, militantes y gremios, a la calle a demandar nuestros derechos.
Carlos Rodríguez es Abogado Municipalista
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