Cobea, Cobea, que algo queda; por Simón Boccanegra
No pudiendo escamotear el hecho de que la orimulsión no nació en la Quinta, Hugo, se puso inventar un poco de cobas acerca del acceso de este combustible a China para ganar indulgencias con escapulario ajeno. No fue con Hugo que la orimulsión llegó a China. Fue durante el “nefasto gobierno anterior”. También fue entonces que se negoció la inversión China en una nueva planta para producir eso que piratamente llamó “aleación”. Al político-presidente sería demasiado pedirle que reconozca méritos de otros. Es suficiente con que el profesor de Ética no lo niegues.