Coincidencias, por Simón Boccanegra
Leo en El Universal la crónica de Laura Dávila (ex talcualera) sobre el doble asesinato de Kimi Alsina y su hija Mariana, que ha sacudido a la opinión pública y, sobre todo, a quienes fuimos amigos y compañeros de la infortunada Kimi. Según esa crónica, Giomar Cartagena y Ángel Puche, asesino y cómplice, respectivamente, en los espantosos homicidios, habían sido capturados en Lara, en junio de 2009, a raíz de un robo de vehículos. «Cuando apresaron a Cartagena en Lara, él y Puche se enfrentaron a la Guardia Nacional y Giomar fue herido en una pierna. Según fuentes policiales de Lara, tras la aprehensión los GN se mostraron temerosos y varios de los que estuvieron en el procedimiento fueron cambiados. Dos meses después, la fiscal no presentó la acusación y la juez 3 de Control, Amelia Jiménez, les dio la libertad». Hasta aquí la crónica de Laura Dávila. Pregunta este minicronista: ¿qué influencias tan poderosas se mueven detrás de estos dos jóvenes delincuentes, que pudieron sacarlos de la cárcel en el brevísimo lapso de dos o tres meses? ¿Tendrá algo que ver esa impunidad con la coincidencia de que ambos son hijos, según informan los medios, de capitanes de navío de la Armada? ¿Los traslados a otros destinos de varios de los GN que capturaron a Cartagena y Puche habrán sido también pura coincidencia? ¿La negligencia de la fiscal que no los acusó en Barquisimeto fue también meramente coincidencial? Demasiadas preguntas sin respuestas. Pero hay otra, perfectamente pertinente, dadas las coincidencias anteriores: ¿quedará impune el asesinato de Kimi y Mariana?