Comercio enfrenta secuelas económicas en Ciudad Guayana post apagón
La situación de flujo irregular de electricidad ha afectado profundamente la calidad de vida de los guayaneses, específicamente las condiciones necesarias para una cotidianidad digna, porque los cortes interrumpen las comunicaciones, el servicio de agua potable, el transporte, cierre de locales comerciales, supermercados, gasolineras y el resto de los servicios
Texto y fotos: Edwin Rosal / Correo del Caroní
En los últimos días se han incrementado las denuncias por las fallas eléctricas que se mantienen en Ciudad Guayana, Upata y Ciudad Bolívar debido a que este tipo de interrupciones limitan la actividad económica de la región. Ante este panorama el gremio comercial espera que se tome cartas en el asunto a los fines de poder cosechar el último trimestre del año y reflejar buenas perspectivas de crecimiento económico.
Durante un recorrido realizado por el equipo de Correo del Caroní por diversos negocios de Ciudad Guayana se pudo constatar que este flujo irregular de energía eléctrica ralentiza la actividad económica en el estado Bolívar.
Raúl Gil, presidente de la Cámara de Comercio del municipio Caroní del estado Bolívar (CamCaroní), destacó que, en relación al tema, la situación afecta a todos los sectores económicos tanto en las zonas industriales Los Pinos, Matanza, Unare I y II. “Donde hay empresas de sectores metalúrgicos, supermercados, sectores de comercios y prestadores de servicios de salud, todo está siendo afectados diariamente por el corte eléctrico inoportuno y constante”.
Resaltó que esto ha traído pérdidas tanto a los comercios como a las empresas y en el ámbito residencial ha afectado con la quema de equipos eléctricos, perturbando la economía familiar en consecuencia.
Ante esta situación exigen a Corpoelec y al Estado que mejore la eficiencia de los servicios públicos, específicamente el de la energía eléctrica que además ha incrementado impresionantemente su costo a través de la facturación, en la cual los ciudadanos y comerciantes son pechados de manera regular y reciben un servicio irregular.
Solicitan al gobierno regional y nacional que revise esa situación toda vez que mantienen sus cobros al día, pero no son correspondido a la hora de ofrecer el servicio, por ello invitan a que se hagan inversiones relacionadas con la distribución y generación en la cual está inmersa el sector público como privado. “Que haya seguridad jurídica para que las inversiones privadas puedan incurrir y mejorar el servicio de energía eléctrica”.
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La mayoría de los usuarios de la región continúan reportando cortes inesperados y una especie de racionamientos diarios de la electricidad durante horas, lo que supone desafíos y molestias en las rutinas familiares y comerciales.
Según estudios hecho por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos durante el año pasado se registró un incremento de cortes eléctricos en un 28,6 por ciento durante los primeros seis meses. Sin embargo, los últimos informes han advertido sobre la insuficiencia de generación de energía eléctrica en el país, asegurando que sólo están disponibles 12 mil megavatios de los 36 mil megavatios de capacidad instalada que posee el sistema venezolano.
Lo cierto es que las fallas eléctricas, las pérdidas económicas, las cifras alarmantes, los casos documentados y los testimonios recogidos en este informe, confirman que los compromisos establecidos en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales están siendo desatendidos por el Estado venezolano.
Por ser Guayana asiento de empresas básicas se destapa una nueva alerta, debido al alto número de habitantes que presentan problemas respiratorios y requieren nebulizaciones, en algunos casos estos no han podido cumplir con los tratamientos médicos de manera puntual debido a que la fluctuación eléctrica es constantemente y limita que los dispositivos necesarios funcionen correctamente.
En Unare todos los comercios consultados se quejaron de la inestabilidad del servicio toda vez que les afectaban las ventas, inclusive al dueño de una ferretería se le quemaron dos computadores, aunado que hay días en la semana que la falta del servicio les imposibilita trabajar.
Dentro de las afectaciones esta la imposibilidad de usar puntos de pago electrónico perjudicando notablemente las ventas, asegurando que inclusive antes del apagón es normal que se les suspenda el servicio por horas.
En el sector Alta Vista las panaderías han sufrido las inclemencias de la situación, ya que después del viernes 28 de agosto no han disfrutado de una jornada laboral completa con electricidad, registrando en la semana la suspensión del servicio por hasta 24 y 12 horas, afectando la capacidad de producción diariamente.
La otra cara del apagón
En contrasentido, los comercios de electrodomésticos y refrigeración manifestaron que han tenido un repunte en las ventas superior al 15 por ciento debido a que las fallas queman equipos y mucha gente ha tenido que comprar comprensores de aires acondicionados, neveras y entre otros electrónicos.
Es preciso acotar que, los principales centros comerciales de la ciudad, registraron incrementos de visitas y consumos porque ante la inestabilidad ofrecen puntos eléctricos de carga itinerante para equipos electrónicos.
Upata bajo normalidad
Miguel David Rojas, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias del municipio Piar, señaló que solicitan a las autoridades hacer los mantenimientos oportunos para poder trabajar mejor en este último trimestre del año.
“Durante el apagón del viernes y la ausencia del servicio el sábado el municipio se vio afectado en un 80 por ciento de los comerciantes, ya que no contaban con ningún tipo de respaldo eléctrico que pudiera generar su funcionamiento y la resiliencia de muchos se ha notado porque abrieron sus puertas y trabajaron al 30 por ciento de su capacidad, hubo atraso en unidades de producción y en los procesos productivos del área comercial, retornando a funcionar de manera manual y artesanal”.