Comercio y turismo dieron vida a pocas ciudades en Venezuela, ¿será igual en 2023?
¿Las ciudades en Venezuela que crecieron en 2022, seguirán repuntando en 2023? Para este año surgen las expectativas de lo que pasará con la economía venezolana, luego de una recuperación en los últimos cinco trimestres. Ya varios análisis señalan que esa reactivación tocó techo, sin embargo, habrá que esperar cuál será el impacto de la licencia a Chevron en la producción petrolera y el comportamiento del consumo de los venezolanos
En el año 2022 los cálculos sobre la actividad económica de los entes oficiales, de los organismos multilaterales y de las consultoras privadas coincidieron en que Venezuela rompió la racha de años de recesión y comenzó una senda de recuperación. Sin embargo, varios análisis destacaron que ese crecimiento fue de manera desigual en el país, debido a que solo pocas ciudades reflejaron una mayor actividad y, específicamente concentrada en el sector comercial. Para 2023, surgen expectativas sobre si esas grandes urbes continuarán con la dinámica que mostraron el pasado año, si se les sumarán otras o si por el contrario su desarrollo fue una mera ilusión.
Esa desigualdad en el crecimiento económico se observó en la forma en que se recuperó la actividad en algunas regiones: ciudades como Araure en Portuguesa, Puerto La Cruz y Lechería en Anzoátegui, Maracaibo en Zulia y Caracas la capital venezolana, tuvieron una reactivación; mientras que el resto del país hizo esfuerzos para también subir a esta ola de recuperación.
Lo que sí es un hecho es que en estas zonas del país mejoró el consumo, gracias al pago de los salarios en dólares y la recepción de remesas, a la actividad turística, así como a una mejora del sector petrolero debido al alza de los precios del crudo en el mercado internacional. No obstante, no hubo un repunte de la actividad productiva basada en los sectores agrícola y pecuario, en la construcción de inmuebles, ni de obras de envergadura por parte del sector público.
Angel Alvarado, director del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), recordó que en Venezuela existen dos patrones en la economía: la de bolívares y en dólares. «En la primera realidad se la comió la inflación y, en la segunda, la dolarización ayudó a muchos. Se puede decir que la economía venezolana está dolarizada, sí, pero hay zonas que están más dolarizadas que otras y eso generó igualmente una desigualdad».
Explicó que hay ciudades que no tienen un alto aporte a la economía porque no cuentan con un terreno productivo para ello; pero sí tienen una alta carga de empleados públicos y de trabajadores en el sector privado, por ejemplo la Gran Caracas, «y se convierten en una gran locomotora de consumo. Repito, la inflación pudo haberse comido cualquier recuperación. Mientras que en las ciudades en las que sus comercios, servicios y salarios están dolarizados, son regiones donde pudo observarse una mayor actividad económica y transaccional».
Alvarado sostuvo que para 2023 puede que se registren actividades que encadenen un crecimiento distinto al consumo, que sea más productivo y esto esta asociado al sector petrolero a raíz de la nueva licencia a Chevron. «Esta actividad se va a concentrar en Caracas y en zonas del oriente y occidente del país, en donde puede haber una mayor demanda y actividad económica, mejores salarios, mas puestos de trabajo, más inversión o desembolsos de recursos por parte e las compañías relacionadas al sector».
Para el resto del país, considera que el gran problema es la falta de financiamiento que puede contribuir al desarrollo de otras áreas productivas, «pero no alcanzarán un mayor dinamismo por falta de créditos bancarios».
Alvarado, no obstante, acota que aunque una ciudad haya crecido significativamente, su impacto en el producto interno bruto (PIB) es mínimo, por lo que los planes deben ir enfilados hacia la mejora de la actividad de todos los sectores de la economía, y no de una zona o rubro específico.
El gobernante Nicolás Maduro dijo en su Memoria y Cuenta presentada en la Asamblea Nacional de 2020 que «Venezuela ha tenido un crecimiento en 2022 por encima del 15% del producto interno bruto (PIB), el mayor crecimiento económico de América Latina y el Caribe». Sin embargo, hasta la fecha, aún no se cuenta con los detalles de ese resultado pues no han sido publicados por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Lo que sí se conoce es la data oficial del PIB entre enero y septiembre de 2022, en la cual se afirmó que Venezuela creció 17,7%; apuntalado por sectores como el petróleo con un crecimiento de 27%, transporte y almacenamiento con 54,3%; manufactura con 39,6% y comercio con 25,2%. En este último sector tuvo un impacto importante el resultado del gasto de consumo final privado que tuvo una recuperación de 13,9% en los nueves meses del año y que tuvo un pico en el segundo trimestre (23,3%).
Las sanciones llevaron a Maduro a flexibilizar los controles de precio, de cambio, de la propiedad, de tipo arancelarios, entre otros, que sumado a permitir una devaluación de facto, las empresas tuvieron un mayor margen para operar. Sin embargo, el impacto que tuvo en la recuperación no fue lo suficientemente fuerte como para que todos los sectores económicos y todas las regiones del país se recuperaran de forma similar.
Hablemos de ciudades
La ciudad de Maracaibo ha sido una de las zonas mencionadas que han tenido un mayor dinamismo. El expresidente de Fedecámaras Zulia, Ricardo Acosta, destacó que existe una desigualdad en el crecimiento económico de este estado, ya que los repuntes se ha registrado en las grandes urbes, es decir, Maracaibo y San Francisco. Explicó que además de contar con la mayor cantidad de habitantes, la mayoría de ellos reciben remesas lo cual reactivó la actividad comercial.
«Estos son municipios que no los impacta directamente el sector petrolero, porque las áreas de la industria petrolera ya sean campos o pozos no se encuentran ubicadas en estos municipios. Por lo que la mayor actividad fue impulsada por otra vía», indicó.
Explicó Acosta que la inversión que se ejecuta en la región se está dando principalmente en el área de alimentos, farmacias y telecomunicaciones, «que son rubros que es están moviendo actualmente». Mientras que aún no se observan importantes recursos en sectores como servicios petroleros, construcción y turismo. «Es decir, la mayor actividad económica se centra en las mayores urbes o de mayor número de habitantes del estado».
Destacó que los entes públicos están dedicados a ejecutar mantenimientos menores a la infraestructura de la región, pero no se ha observado una reactivación en la construcción de obras públicas. Tradicionalmente el gasto público en proyectos de envergadura constituye un gran dinamizador de la economía, pero hasta la fecha, son pocas los planes de este tipo.
«El único mantenimiento mayor lo está ejecutando el gobierno nacional al puente sobre el lago de Maracaibo y a las vías de acceso el puente (parte de la autopista Lara-Zulia y parte de la Circunvalación 1 de Maracaibo). Mientras que en la construcción privada tampoco hay cambios significativos ni grandes construcciones, solo labores de mantenimiento en centros comerciales y otros de menor tamaño que se terminaron de construir», apuntó.
Para Acosta, la expectativa está centrada ahora en la reactivación de la industria petrolera luego del reinicio de actividades de la norteamericana Chevron, la cual cuenta con cuatro empresas mixtas y una de ellas ubicada en Zulia: Petroboscán.
«Chevron está llevando a cabo una especie de encuesta sobre el recurso humano disponible en la zona y esto ha creado cierta expectativa de que pronto habrá una reactivación, quizás para el segundo semestre del año. Por lo que en el resto del estado Zulia, no hay algo que sea palpable de crecimiento económico», sostuvo el expresidente de Fedecámaras en la región.
La ciudad de Lechería, en el estado Anzoátegui, muestra en los últimos años un gran dinamismo turístico y de actividad comercial, esto ha hecho que esta región oriental sea la primera de las mencionadas en el ranking de ciudades que tienen mayor actividad económica.
El presidente de la Cámara Inmobiliaria Anzoátegui, Oreste Rosin, indicó que hay un movimiento del número de operaciones en el área comercial y de oficina en Lechería y en El Tigre, es decir, hay mayores operaciones en el alquiler de locales comerciales debido al sector turismo, pero también al sector comercial y financiero. «Lechería se ha convertido en la ciudad financiera del oriente del país», ya que las empresas de este sector han migrado de otras ciudades del estado hacia Lechería.
«Entre Barcelona, Puerto La Cruz, Guanta y Lechería, la que tiene mayor movimiento o la ciudad más activa es Lechería y luego Barcelona. Esto ha sido así en los últimos años por el tema de mejor seguridad personal, mejores servicios públicos y el turismo. Aquí se toma mucho en cuenta la ubicación geográfica, comodidad, calidad de vida, en Lechería hay mucha vida nocturna. La ciudad de El Tigre, por cierto, también ha mostrado un desarrollo en el sector comercial, es decir, es el otro eje del estado por así decirlo», señaló.
No obstante, Rosin sostuvo que este repunte no ha sido significativo ni ha sido un boom «pero si se está observando mayor actividad en los locales comerciales», pero que la incógnita es saber si ese crecimiento será sostenido, ya que lo que observa es que hay «una recuperación de lo que se perdió con la recesión».
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