¿Cómo convertir en algo sostenible el proyecto turístico en La Tortuga?
La actividad turística, según la Organización Mundial del Turismo, es una fuerza motriz para el crecimiento económico global inclusivo y continuado debido a la capacidad que hay dentro del sector para la generación de empleos decentes para todos, que es una de las metas de la Agenda Sostenible ONU 2030. Sin embargo, no puede anteponerse el bienestar económico al bienestar ambiental
La administración de Nicolás Maduro promulgó a mediados de este año la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales (ZEE) con la cual se crearon regímenes fiscales y tributarios extraordinarios para cinco regiones de Venezuela en las que el chavismo quiere potenciar la inversión extranjera y fomentar el desarrollo local a través del turismo.
La propuesta no es innovadora, pues en el mundo, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) , existen 5.400 ZEE. Sin embargo, en un país como el nuestro —catalogado por el Banco Mundial como el peor de Latinoamérica para invertir debido a la inseguridad jurídica y política— poner en práctica este modelo, que para el economista Manuel Sutherland implica la «libre explotación de recursos humanos y naturales«,, podría generar más problemas ambientales y nidos para la corrupción que beneficios económicos; sobre todo por los «fuertes incentivos para la evasión y elusión fiscal, alicientes al lavado de activos y a la corrupción con grupos ‘privilegiados’ con acceso a zonas con grandes posibilidades de extracción de recursos naturales».
En las últimas semanas la isla La Tortuga, ahora una ZEE y , ha sido centro de debate para los ambientalistas venezolanos debido a que, por los anuncios del viceministro de economía productiva, Héctor Silva, el proyecto de desarrollo económico en el archipiélago, tal y como está concebido hasta el momento, podría significar una devastación ambiental, siendo que, en un plazo de 10 meses, el gobierno chavista espera construir «10 resorts de alto nivel (…) un aeropuerto internacional y un puerto que va a ser destino de los cruceros que transitan por todo el Caribe», reseñó la página del ministerio de Economía, Finanzas y Comercio Exterior.
Francisco Javier Velasco, miembro del Observatorio de Ecología Política de Venezuela, señaló que ejecutar una obra de esa envergadura en un área de tanta importancia ecológica y en un contexto como el actual —marcado por el cambio climático y la reducción de la biodiversidad en los ecosistemas del mundo— pondría en riesgo a muchas especies.
«Es una irresponsabilidad lanzarse con un proyecto a gran escala de turismo depredador en un modelo desarrollista (…) Desde hace tiempo hay tortugas marinas en la isla y también la construcción del terminal aéreo sería devastador para las aves migratoria, que morirían en masa o dejarían de llegar», advirtió el activista ambiental.
Esta isla y sus cayos aledaños, de acuerdo con un boletín del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad del Zulia, son sitios de pernocta para pájaros de paso provenientes del Neoartico, una ecozona que cubre parte de Norteamérica y Groelandia, especialmente de las aves limícolas charadriiformes, de las cuales se identificaron 11 especies en ese territorio venezolano, todas protegidas por la Red Hemisférica de Aves Playeras, de la cual Venezuela es firmante.
Dependencia de la sostenibilidad ambiental y económica
«Por ejemplo, las condiciones de la costa y las profundidades requeridas para el puerto, prácticamente obligan a instalarlo en la costa sur de La Tortuga, donde hay lagunas, manglares, arrecifes y cetáceos», que son elementos susceptibles de ser afectados por dicha construcción.
¿La Tortuga debe permanecer intacta?
Para el ambientalista Francisco Javier Velasco, La Tortuga no necesariamente debe permanecer «intocada», puesto que podría representar un gran potencial económico, pero sí debe realizarse un marco regulatorio que limite aspectos que van desde la afluencia de personas en el complejo turístico hasta los materiales a usar para la construcción que no afecten el suelo. Todo esto a fin de proteger al máximo la zona.
«Hay un tipo de turismo en el que el centro de atención es ir y reconocer lo que allí se da, apreciarlo. Lo nuestro entonces no puede ser un turismo masivo o depredador como el que puede ocurrir en otras partes. Debe ser asesorado por especialistas en la materia (el proceso de ejecución del plan turístico) no puede ser dejado en manos de burócratas», señaló.
El también profesor de la Universidad Central de Venezuela comentó que los trabajadores que van a operar en este sitio turístico deben recibir formación relacionada a la parte histórica y cultural de la zona. También los posibles pobladores del lugar deben ser educados para vivir de forma sostenible en la cotidianidad.
Por su parte, Benítez considera que debe hacerse un diseño de estructuras relacionadas a los servicios públicos que tenga el menor impacto posible sobre el ambiente, pues al ser un lugar que no tiene sistemas de purificación de agua ni electricidad, la construcción de las edificaciones hoteleras implicaría una gran demanda de agua potable y energía eléctrica que habría que llevar a la isla.
«Todo el agua que se utilice luego hay que ver qué se hace con ella, si se va a tratar o reutilizar, o si se van a tener pozos sépticos determinados (….) las necesidades de los huéspedes, las necesidades de quienes trabajen allí, y de los procesos de apoyo deben considerar operar con un gasto muy reducido de agua dulce«, explicó.
#LaTortuga se conoce. Numerosas organizaciones de carácter científico, así como ONG´s dedicadas a lo ambiental, han venido documentando, denunciando e investigando sobre las características, condiciones y problemas ambientales que han venido ocurriendo en la isla.
— Joaquin Benitez Maal (@jpbmaal) July 27, 2022
Múltiples ONG, entre ellas el Observatorio de Ecología Política de Venezuela, han hecho un llamamiento no solo a las autoridades para que reconsideren este proyecto en los términos adecuados sino también a la población y a los actores del mundo científico y el activismo comunitario y ambiental, para que ser organicen y ejerzan presión sobre la causa.