¿Cómo está Brasil después del asalto a los poderes?
Por «razones humanitarias» la Policía Federal de Brasil liberó a casi 600 de los más de 1.500 bolsonaristas detenidos por los actos de vandalismo contra las sedes oficiales en los que la extrema derecha mostró su lado más violento
El domingo 8 de enero, seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaron entraron a la fuerza a los edificios del Congreso Nacional, la Presidencia y el Supremo Tribunal Federal y causaron destrozos. Las más de mil personas afectas al exmandatario pedían una intervención militar y la renuncia de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó las presidenciales de octubre pasado con 156 millones de votos, es decir el 50,83% de apoyo del electorado.
Desde que ocurrió la segunda vuelta de esos comicios ya se veían «rasgos de intranquilidad» por parte de la extrema derecha. Pero, afirma la periodista de Folha Sylvia Colombo, «no sabíamos que días después de la asunción (de Lula como presidente) las cosas tomarían tanta violencia”.
Este jueves 13 de enero en CocuyoClaroyRaspao —un espacio conducido por Luz Mely Reyes y Xabier Coscojuela, de Efecto Cocuyo y TalCual, respectivamente — la reportera manifestó que esos hechos violentos mostraron la faceta más violenta de la extrema derecha en la región, donde varios gobernantes se pronunciaron en rechazo al asalto a las sedes del gobierno.
Hasta el lunes, de acuerdo con el ministerio de la Defensa, había al menos 1.509 civiles detenidos y otros funcionarios bajo investigación por este caso. El Tribunal Supremo de Brasil estaba a cargo de ello y, además, ordenó el desmantelamiento de los campamentos bolsonaristas en todo el territorio.El ente dio 24 horas para que se cumpliera la medida.
«Hubo temores de que pasara algo porque hubo muchos campamentos patriotas, los bolsonaristas más violentos (…) Pero hay una cierta comprensión por parte de la población de que el ejército va a la fuerza, eso lo piensa no solo obreros o albañiles sino también personas letradas (…) La población cree que el Ejército no es corrupto. Quizás eso explique que ellos hayan creído que el Ejército iba a estar con ellos», explica Colombo, quien hizo la cobertura de los hechos directamente desde Brasilia.
Días después de que se produjeran los arrestos, casi 600 de los bolsonaristas detenidos terminaron siendo liberados por «razones humanitarias», alegó la Policía Federal.
«Fueron liberados 599 detenidos, por lo general ancianos, personas con problemas de salud, en situación de calle y madres acompañadas de niños”, reseñó el organismo en un comunicado.
La periodista brasileña cree que hay sectores de la policía militar y de otras policías, como la Policía Rodoviaria Federal Brasileña, «que se contaminaron mucho con el bolsonarismo».
«Hay una crueldad de la policía en Brasil que se muestra muy fuerte (…) en el Ejército hay una cierta vergüenza de lo que está pasando (…) Hay un tema de desinformación y embate cultural que es terrible. Por otro lado, ceo que en estos meses tuvimos la esperanza de que esos cuarteles (bolsonaristas) se reducirían», expresó.
Para conocer más detalles acerca de lo ocurrido en el país vecino, que no ha sido el único en Latinoamérica en sufrir recientemente ese tipo de embates contras la institucionalidad, vea la entrevista completa en nuestro canal de YouTube.