Con cuento de paramilitares, Maduro justifica incapacidad para controlar bandas delictivas
El mandatario Nicolás Maduro reiteró que Leopoldo López organiza desde Madrid el financiamiento de las grupos delictivos y paramilitares que según él dominaban la Cota 905. Según él con el operativo policial desplegado en esa zona, se frustró un nuevo intento de desestabilizar al país
El gobernante Nicolás Maduro reiteró que un grupo de más de 20 paramilitares colombianos, se habrían insertado en la Cota 905, para entrenar a las bandas criminales, que dominan la zona. para supuestamente ejecutar actos de violencia contra la población venezolana. Según dijo, en una estructura similar a la utilizada por los grupos delincuenciales de Colombia “en articulación con la derecha golpista” para crear terror en Caracas.
“Su accionar iba mucho más allá de la delincuencia (…) con francotiradores le disparan a gente inocente. “Tenemos las pruebas en la mano”, subrayó Maduro, quien aseguró que continúan interrogando a los tres supuestos paramilitares colombianos capturados para dar con el resto del grupo. “Ya empezaron a hablar”, se jactó.
Con el añadido de los paramilitares colombianos infiltrados en territorio venezolano, el mandamás del chavismo trató de refrescar las gastadas teorías de conspiración sobre planes desestabilizadores en su contra. Esta vez, con el propósito justificar su incapacidad para controlar a las bandas criminales, que dominan la Cota 905.
Siguiendo ese guion a pie de juntillas, aseveró que la mayoría de los armamentos: fusiles de largo alcance, municiones, lanzacohetes, entre otros incautados durante el operativo policial de tres días en varias parroquias al sur de Caracas, pertenecían al ejército colombiano, traídos a Venezuela para ser utilizados en un nuevo plan para derrocarlo y desestabilizar el país, que según dijo se habría puesto en marcha el 5 de julio, pero fue frustrado por los organismos de seguridad del Estado.
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Recalcó que entre la indumentaria incautada en la Cota 905 habían uniformes de cuerpos de seguridad venezolanos, que los delincuentes y supuestos paramilitares, utilizarían para burlar su equipo de seguridad y asesinarlo, en un modus operandi que relacionó con el que condujo al magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise :“los asesinos se disfrazaron de la DEA”. y con su versión de lo que pasó en la operación Gedeón: “cuando iban a utilizar vehículos y la insignias de las Faes”.
Maduro reiteró que Leopoldo López dirige desde Madrid el financiamiento de las bandas delictivas en la Cota 905 y nuevamente volvió a vincular a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y al gobierno Colombiano, con los actos de violencia registrados en esa comunidad.
También anunció la captura de un supuesto jefe paramilitar en Elorza, estado Apure:
“Hemos capturado a un jefe del grupo paramilitar que hemos estado combatiendo durante los últimos meses, conocido como José Peligró, quien declaró que había salido de sus guaridas para venir a Caracas, donde se estaba preparando un plan”.
Cuando se cansó de las teorías de conspiración, el presidente del PSUV decidió hablar de política y le reprocha la falta de una posición clara que los lleva a apoyar ”a veces sin querer, las posiciones más extremas, por solidaridad automática”.
Dijo que esa era la gran debilidad de la dirigencia opositora y lo que le impedía postular a sus candidatos y retomar el camino electoral. “Ellos siempre con el terrorismo y la violencia, Cada vez que hemos tendido la mano para el diálogo y la negociación, salen a apoyar ese tipo de conspiraciones”, arguyó Maduro.