Conan el destructor, por Simón Boccanegra
Dijo Chávez ayer, modestamente como es sunatural talante, que él es el único que puede gobernar este país «porque si no todo se destruiría». Sin embargo, mucha gente, incluyendo ya una parte cada vez más considerable de quienes lo han apoyado, piensa exactamente lo contrario: que no se le puede dejar ir más allá de su término legal, en 2012, so pena de que para la época haya acabado con lo que todavía no ha podido destruir. Como dicen por ahí, para muestra un botón: lo que está pasando con la infraestructura física del país, sobre lo cual, dicho sea de pasada, El Universal viene publicando unos trabajos excelentes y demoledores. Autopistas, puentes, carreteras, edificaciones: nada ha escapado a la furia destructiva del régimen. La investigación de ese diario sobre el estado de los aeropuertos nacionales, incluyendo el de Maiquetía, despierta serias preocupaciones. Pistas en mal estado e, insólito, hasta con huecos (el de Valencia, con una tronera de 2 metros de largo, 70 cm de ancho y 7 cm de profundidad), fallas recurrentes en los sistemas de luces y de balizaje en las pistas (el de Maracaibo perdió las luces de aproximación), deformaciones y hundimientos en las capas asfálticas. El estado de la pista principal del aeropuerto de Maiquetía ha llevado a tener que cerrarla todos los días, entre 12:30 am y 5:30 am para hacer los trabajos de reparación de los daños que se han venido acumulando desde hace largo tiempo, precisamente por falta de mantenimiento. La pista secundaria del mismo aeropuerto tiene dañado el sistema de balizaje, de manera que en esas horas de la madrugada, el principal puerto aéreo del país está totalmente inoperativo. Ya esto no es una administración pública sino su caricatura.
